La toma de control de la factoría farmacéutica de la empresa SM Pharma en Maracaibo es la segunda actuación política, conocida hasta ahora, de las autoridades del Gobierno de Nicolás Maduro contra intereses empresariales astur-venezolanos en el país.
Hace casi un año, entre el 2 y el 3 de mayo pasado, las autoridades de la República ordenaron la intervención en Caracas del banco Banesco, del que es presidente y socio hegemónico el banquero astur-venezolano Juan Carlos Escotet (Madrid, 1959), quien opera en varios países con distintos bancos independientes entre sí y bajo su dominio, caso del español Abanca. El Gobierno también intentó justificar la decisión con acusaciones de supuestas irregularidades cambiarias que Banesco negó. Once directivos fueron encarcelados. Aunque Juan Carlos Escotet -cuya familia había emigrado a Venezuela desde Asturias donde el banquero pasó todos los veranos de su infancia- viajó de inmediato al país para ponerse al frente de la situación y reclamar la liberación de sus empleados, los detenidos sólo recuperaron la libertad a fines de mes tras una mediación del expresidente socialista del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, quien en esa época estaba mediando entre el Gobierno y la oposición para intentar un acercamiento entre los dos bandos.
La incautación de una empresa asturiana en Venezuela tensa la relación con España
La confiscación por el Gobierno de Nicolás Maduro de una fábrica farmacéutica en Maracaibo, propiedad de la familia astur-venezolana Santamarta, ha intensificado las tensiones diplomáticas entre España y las autoridades bolivarianas, que ya se habían encrespado el lunes con el reconocimiento del opositor Juan Guaidó por el ejecutivo socialista de Pedro Sánchez como gobernante legítimo del país hispanoamericano para la convocatoria de elecciones.
El Ministerio español de Asuntos Exteriores exige a Maduro el cumplimiento de la legislación venezolana y el cese de la ocupación de la fábrica, que, a su juicio, vulnera los compromisos adquiridos previamente con el Gobierno español, constituye "una violación del Estado de derecho", un acto sin justificación que lo fundamente y una señal negativa "para los inversores nacionales e internacionales sobre la falta de seguridad jurídica en el país".
La fábrica de la compañía SM Pharma, fundada en 1963 por el inmigrante asturiano Esteban Santamarta del Río, y bajo control en la actualidad de su hijo (Raimundo Santamarta) y su nieto (Reinando Santamarta), es una de las pocas plantas farmacéuticas que perviven en Venezuela y nunca dejó de producir en un país sometido a graves carencias y desabastecimiento y a una hiperinflación galopante. La incautación, conocida ahora, se produce tras su ocupación en septiembre por decisión del gobernador chavista del estado de Zulia, Omar Prieto, invocando un supuesto abandono por sus dueños, a los que acusó de estar "complotados para dañar el suministro y entrega de medicinas" y de haber reducido la actividad a sólo tres productos para intentar justificar, dijo, una quiebra.
Por el contrario, Raimundo Santamarta, dueño y presidente de la sociedad e hijo del fundador, afirmó que el laboratorio farmacéutico (que ocupa 10.000 metros cuadrados, está totalmente automatizado y cuenta con una delegación comercial en un edificio de 9.500 metros en Caracas) jamás dejó de producir en 42 años de existencia y, en el mismo sentido, el Gobierno español señaló que "la empresa ha demostrado estar comprometida con Venezuela, habiendo ofrecido a las autoridades ampliar su actividad productiva y comercial siempre que se aplique la ley y que se le permita operar con normalidad". Santamarta alertó del incumplimiento por los nuevos rectores de la fábrica de las garantías de sanidad y seguridad que exige una planta farmacéutica.
SM Pharma (que fabrica productos genéricos, de marca y hospitalarios) es una de las empresas del grupo Corporación SM a través del cual la dinastía Santamarta opera en la industria farmacéutica, petroquímica y de plásticos, en el sector del comercio (tiendas de la marca textil estadounidense Tommy Hilfiger), la distribución de marcas internacionales de cosmética, la hostelería y la restauración. El grupo tiene implantación en Florida (Miami, EE UU) y España en el sector farmacéutico, y proyectos de restauración en Florida.
Maduro, que ha vetado la entrada en el país de la ayuda humanitaria de los países que apoyan a Guaidó (alimentos y medicamentos), afirmó que Venezuela es capaz de producir la totalidad de los medicamentos que precisa la nación. Versiones extraoficiales aseguran que el abastecimiento de fármacos sólo cubre el 15% de las necesidades del país.
La familia que llegó a Maracaibo por error
El asturiano Esteban Santamarta del Río salió de España al término de la Guerra Civil y llegó por error a Maracaibo (Venezuela) cuando creía que el buque en el que zarpó, el "Monte Ayala", lo llevaría a Canadá. En el país hispanoamericano empezó como vendedor, tiempo después compró un camión, más tarde unos terrenos y finalmente montó una granja de pollos. De aquí pasó al aprovechamiento maderero para producir carbón vegetal, que vendía (primero, en sacos, y luego también en paquetes de menor tamaño) a viveindas e industrias, para lo que en 1963 constituyó la empresa Esteban Santamarta. Para mejorar el producto y lograr que el carbón ardiera con mayor facilidad, contrató los servicios de un químico y poco después creó un pequeño laboratorio de ensayos. Fue la antesala del posterior salto de Santamarta a la industria petroquímica.
Esto ocurrió en 1971, cuando la empresa Esteban Santamarta se transformó en la sociedad Esamar para introducirse en el sector petrolero una vez que las autoridades del país reservaron la explotación y distribución de hidrocarburos y derivados a capital nacional.
Siete años después, en 1978, la familia fundó la sociedad Laboratorios Farmacéuticos SM para elaborar fármacos que no precisaran prescripción médica. Esta empresa se transformó en la actual SM Pharma, fabricante de medicamentos genéricos, fármacos con marca propia y elaboraciones para terceros. Sólo dos años después, en 1980, el grupo (entonces Organización SM y en la actualidad, Corporación SM) fundó la sociedad Eplast, con una planta transformadora de polietileno y polipropileno por inyección y soplado para elaborar envases de diseño exclusivo e identificación distintiva para los productos farmacéuticos propios.
La dinastía, hasta entonces focalizada en la industria, diversificó sus actividades a partir de 1996 con negocios comerciales, con lo que recuperaron la primera actividad del emprendedor asturiano cuando desembarcó en el país. Ese año, la dinastía asumió la representación en Venezuela de marcas internacionales de cosmética (Britney Spears, Hilary Duff, Mariah Carey, Ferrari, Benetton, Faconnable, Naf Naf, La Perla, Daytona, Gant, Morgan de Toi, Pal Ziler y otras) y en 1999 se introdujo en el comercio detallista de confección textil con tiendas monográficas de la marca estadounidense Tommy Hilfiger. Un año más tarde, en 2000, tomó posiciones en el sector de la hostelería y la restauración previa fundación de la compañía Tascafé.
Con el negocio farmacéutico, el grupo (ahora representado por Raimundo y Reinaldo Santamarta, hijo y nieto de Esteban) se expandió a España y a Miami. En Florida posee la compañía Unipharma, que produce medicamentos de venta libre, genéricos con receta y suplementos dietéticos.Y con Tascafé proyecta un restaurante en Florida y lanzar una cadena nacional de franquicias en Venezuela en 2022.
