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Pellsa vuelve a nacer tras 42 años

El grupo langreano de perfiles deja atrás un concurso de acreedores y afronta el cambio generacional en la dirección

Instalaciones de Pellsa en el polígono industrial de Riaño II, en Langreo.

Perfiles Llaneza (Pellsa), grupo empresarial langreano de perfiles metálicos con una trayectoria de 42 años de historia, vuelve a nacer. Acaba de salir de un concurso de acreedores, tras llegar el martes a un acuerdo con sus acreedores después de casi tres años de negociaciones, y afronta un cambio generacional después de la muerte, hace justo tres meses, de uno de los fundadores y principal accionista, Marcelino Llaneza.

"Para nosotros salir del concurso de acreedores no tiene ningún mérito, porque lo veíamos como una obligación, y ahora ponemos el contador a cero para abrir una nueva etapa", señaló Arturo Llaneza, hijo de Marcelino y ahora al timón de un grupo que cuenta con 60 trabajadores y fábricas en el polígono de Riaño II, en Langreo, y en Borox, en Toledo.

Pellsa entró en concurso de acreedores en mayo de 2016. Su actividad tradicional era la fabricación de perfiles metálicos para placas de yeso laminado -las conocidas popularmente como "placas de Pladur"-, pero la crisis de la construcción llevó al grupo a buscar actividades alternativas. Apostó fuerte por el negocio de los perfiles metálicos para el sector solar, invirtió y se dio de bruces con el parón de las energías renovables, con lo no pudo hacer frente a los pagos en ese momento. "Afortunadamente en los últimos tiempos nuestro negocio tradicional se ha ido recuperando, porque la escasa construcción que hay utiliza las placas de yeso laminado, y eso nos ha permitido mantener la actividad durante estos años de concurso", señaló Arturo Llaneza, que destacó la "fidelidad y ayuda" de sus tres principales clientes, la multinacional francesa Saint-Gobain, la belga Etex y la alemana Knauf.

Ahora, una vez superado el concurso de acreedores, Pellsa quiere que su camino siga centrado en el negocio tradicional, sin renunciar a las oportunidades que puedan surgir en el, de nuevo, emergente negocio solar. De hecho, Pellsa fabrica estructuras para Praxia, compañía asturiana en expansión internacional. "El concurso nos ha enseñado a ser humildes y no queremos repetir errores", señaló Arturo Llaneza.

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