La recuperación de la cotización del oro desde el pasado mes de agosto, con una revalorización desde entonces del 12,39%, que le ha permitido reconquistar casi todo lo que había perdido desde marzo, acrecienta las perspectivas de la minería aurífera asturiana. La onza cotizaba anoche en 1.321,15 dólares, el 20,1% por encima del umbral mínimo que precisa Orovalle, la filial asturiana de la canadiense Orvana, para la rentabilidad en sus explotaciones de El Valle-Boinás (Belmonte de Miranda) y Carlés (Salas).
La recuperación del precio del metal (aunque aún está el 28% por debajo del récord de 2011) supone un incentivo para la voluntad expresada por este grupo de potenciar y alargar la vida útil de sus explotaciones asturianas (reiterada en las últimas 48 horas) y para sus campañas de exploración tanto en el cinturón aurífero del Narcea, en el que opera, como en los Oscos y Navelgas (Tineo). En el mismo caso se hallan los sondeos que lleva a cabo la también canadiense Emerita Resources en Allande y Tineo y el proyecto de Black Dragon Gold en el yacimiento de Salave (Tapia de Casariego).
El rebote del oro está vinculado al empeoramiento de las expectativas económicas. Al igual que el dólar, el yen y los bonos soberanos, el metal está recobrando su papel como valor refugio ante el temor de los inversores por los inquietantes signos de debilitamiento del crecimiento global y el temor a una guerra comercial más intensa, a un eventual "Brexit" duro y caótico, a la ralentización china y a la incertidumbre sobre la situación política europea después del 26 de mayo con los populismos eurófobos al alza. A ello se suma el acaparamiento de oro por los bancos centrales, con un aumento de sus adquisiciones del 74% el año pasado, lo que no se había visto en décadas. Que en 2018 tanto la renta variable como la renta fija se comportaran de modo negativo -y de forma simultánea, lo que es poco común- también contribuyó a promover la que ya es la mayor racha alcista del oro desde 2011.
Orvana, que acaba de renovar este jueves a la ingeniera asturiana Nuria Menéndez (Tamón, Carreño, 1978) como directora financiera de la multinacional (cargo que compatibiliza con la dirección general de la filial asturiana, Orovalle), anunció el aumento en el 7% de la producción aurífera en su explotación de El Valle-Boinás durante el primer trimestre de su ejercicio fiscal de 2019 (que en su caso se extiende de octubre a diciembre de 2018), con mejora de la productividad y del rendimiento sostenido de la concentración de oro. La producción de cobre también creció el 7,6% en tasa interanual.
La multinacional informó a los inversores que ha pactado con Bankia, BBVA y Banco Sabadell una línea de crédito de 6 millones de euros para su subsidiaria asturiana (Orovalle Minerals) a una "tasa de interés atractiva del 2,55%". Según Juan Gavidia, director ejecutivo de Orvana, la financiación a "un costo de capital competitivo", coincide con "la estrategia operativa de Orovalle de reducir los costes unitarios y extender la vida útil de las operaciones en la mina" a la vez que "maximiza el flujo efectivo".
Orvana, que mantiene el acuerdo con Samsung C&T para la comercialización y venta del concentrado de cobre de su mina Don Mario (Bolivia) y del oro doré (lingotes mezclados con plata y cobre) de El Valle, dijo que, tras lo acuerdos alcanzados, se concentrará potenciar el proyecto asturiano y en crear valor para los accionistas.
