Los partidos políticos que forman parte de la comisión del Pacto de Toledo, encargada de orientar las reformas del sistema de pensiones para preservar su futuro y con ello los ingresos de los jubilados, fueron incapaces de cerrar ayer un acuerdo sobre una serie de recomendaciones en las que el citado foro parlamentario lleva trabajando dos años y medio. Con las elecciones generales anticipadas a la vista, las deliberaciones previas de ayer acabaron en bronca y con los grupos del PP y de Unidos Podemos, que tienen mayoría en la comisión, negándose a celebrar nuevos encuentros para buscar un acuerdo antes de que concluya la legislatura.

Miembros de la comisión habían transmitido en las semanas previas que los partidos estaban muy cerca de pactar un documento de recomendaciones que, entre otras medidas, marcaba como objetivo cerrar el actual déficit del sistema (18.000 millones anuales) en el horizonte de 2025 (en parte reubicando en el Estado gastos que ahora asume la Seguridad Social con cargo a las cotizaciones). También se sugería ampliar el período de vida laboral que se tiene en cuenta para el cálculo de la pensión y elevar la edad efectiva de jubilación.

Según el calendario que manejaba la comisión que preside la diputada del PP Celia Villalobos, los portavoces de los grupos debían avanzar ayer hacia un acuerdo que se redondearía mañana, jueves, para llevar a continuación el documento al Pleno del Congreso antes de la disolución de las Cortes. Pero en menos de una hora los portavoces abandonaron la reunión al constatar, alegaron, la imposibilidad de pactar. El detonante fueron los reparos de Unidos Podemos, organización muy pegada a las movilizaciones de los jubilados en la calle y que ayer anunció la presentación de votos particulares a la mayoría de las recomendaciones si no se modificaban los textos.

La actitud de la formación morada fue criticada por el resto del partidos. Ciudadanos denunció que "el populismo ha hecho descarrilar el Pacto de Toledo" y los nacionalistas vascos y catalanes del PNV y PDeCAT afearon al partido de Pablo Iglesias que su posición había allanado el camino para que el PP -también renuente al acuerdo antes de los comicios, según esa versión- se levantara de la mesa. "No creemos que haya que convocar otra mesa para que se pongan más de manifiesto las diferencias entre los grupos políticos", dijo Gerardo Camps, parlamentario del PP, mientras la diputada socialista Mercé Perea pedía que se convocara la reunión de mañana a pesar del desacuerdo. "Que todo el mundo explique allí por qué dice que no a unas recomendaciones que piden acabar con el déficit de pensiones en 2025", dijo. Aina Vidal, portavoz de Unidos Podemos, replicó: "Sería un circo, no sería favorable para el propio Pacto de Toledo. Creo que hasta aquí hemos llegado".

La negociación política de las pensiones salta por los aires camino de las urnas después de casi dos años y medio de trabajos. El objetivo era renovar las recomendaciones del Pacto de Toledo, que reglamentariamente deben ser revisadas cada cinco años, votadas en el Congreso y seguidas por el Gobierno al proponer al Parlamento las reformas de las pensiones. El desacuerdo deja ahora en el aire asuntos como los siguientes, que formaban parte del borrador de recomendaciones de la comisión:

Déficit. Medidas para la eliminación del déficit de la Seguridad Social en el horizonte de 2025, sacando del sistema, entre otros gastos, las bonificaciones a la contratación, los subsidios de paro no contributivos y las prestaciones de maternidad, y aplicando a las pensiones el superávit de la prestaciones de desempleo.

Revalorización. Consolidar la actualización de las pensiones según "el IPC real".

Computo. Ampliar más allá de los 25 años el período que se tiene en cuenta para calcular la pensión, permitiendo al trabajador elegir los años más favorables.

Edad efectiva. Acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal, endureciendo los requisitos del retiro anticipado.