Iberdrola obtuvo un beneficio neto récord de 3.014,1 millones de euros en 2018, con un incremento del 7,5% con respecto al ejercicio anterior, según los resultados presentados ayer. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética se situó a cierre de 2018 en los 9.349 millones de euros, con un crecimiento del 27,7% frente al año anterior, gracias al bueno comportamiento de todos los negocios, cuyos resultados crecen a doble dígito. El 77% de este importe procedió de áreas reguladas o con contratos a largo plazo, en línea con el enfoque estratégico del grupo. De esta manera, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán pulverizó sus objetivos para 2018 de un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto de 3.000 millones de euros.

Sánchez Galán, afín al proceso de descarbonización que ha diseñado el actual Gobierno, dijo confiar en que si se produce un cambio de ejecutivo tras las eleccioines no se alterará el rumbo del Plan de Energía y Clima cuyo borrador se aprobará mañana. Iberdrola es propietaria de la térmica de carbón de Lada (Langreo) y está tramitando su cierre.