Telefónica obtuvo un beneficio neto de 3.331 millones durante el año pasado, lo que supone un 6,4% más en la comparación interanual. La compañía también consiguió darle un tajo a su deuda, la redujo un 5,5%. La empresa de telecomunicaciones reconoce que está preocupada por las consecuencias que el "Brexit" pueda tener sobre su cuenta de resultados y está preparando varios planes de contingencia por si hay una salida dura del Reino Unido de la Unión Europea, pero descarta abandonar las islas.

En España, su principal mercado, los ingresos de la compañía se elevaron un 0,4%, hasta alcanzar los 12.706 millones, gracias, matizaron, al avance del segmento residencial y la vuelta al crecimiento de la división de empresas. También ha conseguido aumentar su nómina de clientes.

El consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, reconoció que la empresa está preparando varios planes de contingencia en varios campos, tanto operativos como financieros, ante la incertidumbre sobre cómo se desarrollará la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). El presidente ejecutivo de la empresa, José María Álvarez-Pallete, al mismo tiempo, calificó a su filial en aquel país (O2) como un activo "muy importante" que no tiene necesidad de vender.

Álvarez-Pallete también puso el acento en que la deuda de la compañía se ha reducido de forma importante, en 12.000 millones desde junio de 2016 hasta ahora. Además apuntó que "en 2018 hemos ganado relevancia, consiguiendo el mejor dato de la historia en satisfacción del cliente y seguimos invirtiendo en redes de vanguardia".