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Escotet negoció con accionistas del banco asturiano a espaldas de Menéndez

El astur-venezolano cambió de estrategia para evitar un nuevo veto del consejo de Liberbank y tentó con una jugosa prima a parte de los dueños

Manuel Menéndez.

Abanca ha cambiado de estrategia en su segundo intento de abordaje a Liberbank. En el primero, hace dos años, el presidente de la entidad gallega, el astur-venezolano Juan Carlos Escotet, negoció directamente con el consejero delegado de la entidad de origen asturiano, Manuel Menéndez, y comunicó sus intenciones a las autoridades del Principado y a los organismos reguladores. La operación fracasó por la oposición del consejo de Liberbank. En esta ocasión, Escotet inició las conversaciones con grandes accionistas del banco y no comunicó sus intenciones al consejo de Liberbank hasta la tarde del pasado viernes, cuando ya era pública la maniobra. Escotet, que en su trayectoria acumula decenas de operaciones de fusión y compra, negociaba a espaldas del asturiano Manuel Menéndez.

La publicación de noticias sobre los movimientos de Abanca para presentar una opa sobre Liberbank obligaron al banco gallego a informar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Abanca confirmó en la mañana del viernes que "han existido conversaciones con los principales accionistas de Liberbank al objeto de promover una eventual operación corporativa entre ambas entidades". Además precisó que se mantuvieron "diversas conversaciones y reuniones para analizar en profundidad las diversas alternativas" y que en ese contexto la última indicación de precio "compartida con alguno de los accionistas principales de Liberbank" fue de 0,56 euros por acción. De la comunicación de Abanca se desprendía que los contactos sólo eran con los principales accionistas, y no con el consejo de Liberbank, y que la oferta, con una jugosa prima de más del 40%, sólo se había compartido con parte de ellos.

Sin conversaciones

Al mismo tiempo, en la mañana del viernes, Liberbank también enviaba una comunicación a la CNMV en la que señalaba que la entidad no había recibido "hasta la fecha ninguna oferta concreta" de Abanca "ni está en conversaciones para llevar a cabo ninguna operación estratégica" distinta a la que tiene en marcha para la fusión con Unicaja. Fuentes de Liberbank insistieron ayer en que no habían existido contactos entre los consejos de ambas entidades hasta que en la tarde del viernes Abanca remitió finalmente al presidente (no ejecutivo) del consejo de Liberbank, Pedro Rivero, una carta en la que señalaba: "Como ya hemos tenido ocasión de manifestar a los principales accionistas de Liberbank en los contactos mantenidos con ellos, por medio de la presente queremos expresarles a ustedes nuestro firme interés en promover una operación corporativa que entendemos sería muy beneficiosa tanto para Liberbank como para sus accionistas y empleados".

Abanca no ha desvelado la identidad de esos "principales accionistas" con los que ha negociado amistosamente, pero fuentes vinculadas a la Fundación Caja de Ahorros de Asturias (Cajastur), accionista de referencia de Liberbank, ya han apuntado la inexistencia de contactos con ella. Las acciones de la fundación Cajastur están vinculadas por un pacto de sindicación con las de las fundaciones de las antiguas cajas de Cantabria y Extremadura. Juntas suman el 24,31% del capital. Los otros accionistas principales de Liberbank son el fondo de inversión británico-maltés Occeanwood (16,74%), el empresario mexicano Ernesto Tinajero (7,42%) y el grupo industrial y financiero asturiano Masaveu (5,52%). Son los seis grandes propietarios de Liberbank, los únicos que están representados en su consejo y juntos controlan casi el 54% del capital del banco. Unidos tienen capacidad para frenar cualquier opa hostil, pero las conversaciones de Escotet con alguno de esos principales accionistas estarían poniendo a prueba las costuras del consejo en una momento en el que también se necesita unidad para afrontar la otra operación: la de fusión de Unicaja.

En la carta remitida por Abanca al consejo de Liberbank en la tarde del viernes se plantea una oferta amistosa de compra, pero se puede considerar hostil con la dirección de Liberbank porque hasta ese momento los contactos se hicieron al margen de Manuel Menéndez, que pilota la entidad bancaria y se podría quedar fuera de ella si triunfa la oferta planeada por Escotet.

El antecedente

El banquero astur-venezolano sí negoció directamente con Menéndez cuando hace dos años hizo el primer intento para integrar a Liberbank en Abanca. La propuesta que había hecho entonces Escotet consistía en que los accionistas de Abanca mantuviesen el 70% del capital del banco resultante de la absorción y que los de Liberbank suscribieran el 30% restante. Se comprometía además a practicar una política de reparto de dividendos que satisficiera las aspiraciones de rentabilidad y remuneración las fundaciones bancarias Caja de Ahorros de Asturias, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

La operación no salió adelante por la negativa del consejo de Liberbank, insatisfecho con las condiciones. Menéndez señaló entonces que el banco tendría mejor desarrollo bien en solitario o con una fusión más paritaria, como la que está en marcha ahora con Unicaja y que también incluye un reparto de los órganos de dirección.

Liberbank y Abanca se interesaron el pasado año por la adquisición del Banco Caixa Geral, filial española de la portuguesa Caixa Geral de Depósitos. El banco de Escotet acabó engulléndolo y sigue con hambre.

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