Las diferencias fiscales entre comunidades autónomas a cuenta del impuesto de sucesiones se han adentrado en un nuevo capítulo con las iniciativas de Madrid y Canarias de bonificar también a los hermanos que heredan. Y por ello empiezan a aflorar diferencias relevantes en la presión fiscal que tienen estos familiares cuando reciben bienes de la persona fallecida: para el caso de un patrimonio de 800.000 euros, un andaluz tributaría más de 326.000 euros y un canario, mil veces menos (313 euros).

Un ejercicio teórico realizado por el Registro de Economistas y Asesores Fiscales (Reaf) arroja los resultados que se reproducen en el gráfico adjunto. Se trata del supuesto de un hermano de 40 años de edad, sin discapacidad y que hereda una vivienda. La mayor factura del impuesto de sucesiones corresponde a Andalucía y Murcia (326.383 euros). A continuación figura Asturias, con un cargo a pagar (323.075 euros) que es equivalente al 40,38% del valor que se atribuye a la herencia.

La carga tributaria que los hermanos tienen en las distintas comunidades autónomas es mucho más homogénea que la que corresponde a los herederos más directos (hijos, cónyuges y padres), beneficiarios exclusivos de casi todas las rebajas que desplegaron las autonomías desde que, a partir de 2004, Madrid desencadenó la pugna tributaria entre regiones aplicando por primera vez una bonificación del 99% a los hijos que heredaban (antes La Rioja también había tomado medidas análogas, en su caso de carácter defensivo para contrarrestar la fuga de patrimonios hacia el País Vasco por la baja fiscalidad foral sobre las herencias).

Como se aprecia en el ejemplo del REAF, en once de las quince autonomías de régimen fiscal común la cuantía de impuesto de sucesiones para el hermano que hereda por valor de 800.000 euros supera los 300.000. Las variaciones entre esas regiones vienen de la aplicación en algunas de ellas de reducciones de la base imponible por parentesco más generosas que otras (25.000 euros en el caso de Cantabria) y de escalas de gravamen que también cambian de unos lugares a otros.

Las regiones donde la factura tributaria es más baja son Canarias (313 euros), Cataluña (239.945), Baleares (250.994) y Madrid (266.721). El resultado de Canarias viene de la aprobación en 2018 de una bonificación casi completa (99,9% de la cuota tributaria) para hermanos, sobrinos y otros parientes colaterales. La posición de Cataluña se explica por la aplicación de un tipo impositivo (24%) más bajo que el del resto de autonomías. Baleares, por su parte, utiliza un coeficiente de patrimonio preexistente (índice por el que se multiplica la llamada cuota íntegra) más benévolo que los de otras autonomías. La bonificación de Madrid, estrenada este año, consiste en una rebaja del impuesto del 15% para los hermanos que heredan.

El Principado, al igual que la mayoría de las comunidades, ha concentrado en los herederos más directos las bonificaciones del impuesto, de modo que están exentos de tributar los hijos y cónyuges que reciben menos de 300.000 euros (hasta 422.000 si el legado incluye la vivienda habitual del fallecido).