La ingeniería asturiana Duro Felguera se disparó ayer en Bolsa el 8,84%, hasta los 0,016 euros por acción (durante la sesión llegó a rebotar el 23,8%, hasta los 0,0182 euros), ante la perspectiva -en principio, favorable para sus pretensiones- del laudo dictado por la Corte Internacional de Singapur en el arbitraje solicitado en marzo de 2016 por la compañía con sede en Gijón contra su cliente Samsung C&T, al que reclama 310 millones de dólares australianos (192, 49 millones de euros al cambio actual) por los trabajos realizados para la multinacional surcoreana en el proyecto minero Roy-Hill, en Australia, ya terminado, y del que Samsung fue contratista principal y Duro, subcontratista.

Duro confirmó al órgano regulador del mercado (la CNMV) la existencia del laudo pero no avanzó ni el sentido de su resolución ni el importe del que podría beneficiarse el grupo, aunque fuentes conocedoras dan por cierto que, si bien se está en pleno estudio de un documento muy extenso (varios miles de folios), prolijo y farragoso, la percepción es positiva para la ingeniería en una cuantía no precisada. La dirección del grupo asturiano mantiene la cautela hasta finalizar el estudio del dictamen.

Hasta ahora todos los pronunciamientos de la Corte habían sido favorables para Duro, que ingresó varios cobros hasta marzo de 2018 por un total de 19,1 millones de dólares australianos (11,85 millones de euros al cambio actual).

Duro reclama la devolución de los avales indebidamente ejecutados por Samsung y el abono de los trabajos efectuados por la compañía asturiana y no pagados por el cliente, mientras que Samsung replicó requiriendo a Duro 1.215,7 millones de dólares australianos (754,7 millones de euros) para compensar a cargo de sus proveedores las elevadas pérdidas en las que incurrió el grupo surcoreano en el proyecto.

La resolución podría mejorar las cuentas de 2018, que en tal caso deberían reformularse, e impactar de modo positivo en la situación financiera y patrimonial del grupo, que, pese a haber retornado a beneficios en el pasado ejercicio (ganó 37 millones netos tras unas pérdidas 254,5 millones en 2017), ha vuelto a incurrir en patrimonio neto negativo en la sociedad matriz por 24,8 millones tras haber aflorado dotaciones y deterioros por un importe de 156 millones en diversos proyectos en Argelia, Emiratos Árabes, Perú y Costa Rica, así como en las cuentas a cobrar en Argentina y Venezuela. Para restablecer el equilibrio patrimonial, la sociedad tiene previsto iniciar contactos de inmediato con sus accionistas principales, a la vez que ya ha abierto conversaciones con la banca para abordar sus necesidades de financiación.

Director financiero. El consejo de Duro aprobó ayer el nombramiento de Gonzalo Fernández-Ordóñez Cervera (exdirectivo de Repsol, Altadis, Thyssenkrupp Elevator, Ingiopsa Ingeniería, Saproinco, Peña TS y Asel, y hasta ahora en Own Business) como nuevo director financiero en sustitución de José Carlos Cuevas, quien llevaba en la empresa desde noviembre de 2016, primero como director general de Asuntos Corporativos y desde marzo de 2017 como director financiero. Es el segundo relevo significativo en la alta dirección desde que José María Orihuela fue nombrado consejero delegado en noviembre.