El consejo de administración de Liberbank decidió ayer por unanimidad seguir negociando con el malagueño Unicaja Banco el proyecto de fusión anunciado el 12 de diciembre y no tomar en consideración por ahora la propuesta de compra que planteó el viernes el grupo gallego Abanca sobre la entidad participada por la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias.

El consejo del grupo que dirige Manuel Menéndez comunicó a la Comisión del Mercado de Valores (CNMV) que sólo se pronunciará sobre el interés de compra manifestado por Abanca sobre Liberbank si la pretensión del grupo gallego se materializa finalmente mediante una oferta pública de adquisición (opa) formal y una vez que esta posible operación haya sido autorizada por los órganos reguladores del mercado. Medios vinculados a la cúpula de la entidad financiera de origen asturiano habían anticipado el sábado a este diario su opinión de que la manifestación de interés comunicada por Abanca el viernes no era "una oferta homologable en los mercados".

La decisión tomada ayer por el consejo de Liberbank supone desoír la manifestación de interés expresada el viernes por el grupo que preside el banquero astur-venezolano Juan Carlos Escotet e ignorar la petición realizada por este oferente para tener acceso a los libros y estados contables de Liberbank. Abanca había condicionado la formulación de una oferta formal y en firme de toma de control sólo si previamente -y con anterioridad en todo caso al próximo viernes- se le permitía analizar la contabilidad de Liberbank a efectos verificatorios con la estricta finalidad de poder confirmar la oferta de 0,56 euros por acción, que supone valorar este banco en 1.717 millones y pagar una prima del 42,85% sobre la cotización del pasado jueves, la víspera a que trascendieran las aspiraciones de Abanca sobre el grupo que dirige Menéndez y preside Pedro Rivero.

La posición del consejo de Liberbank de no tener en cuenta la carta que Abanca le envió el viernes y de no acceder, en consecuencia, a abrir sus libros al competidor gallego (una opción que ya se manejó desde el sábado, una vez que la cúpula de Liberbank y la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias marcaron distancias y rechazaron la propuesta gallega) se hizo pública ayer horas después de que por la mañana la CNMV hubiese requerido a Abanca para que en el plazo máximo e improrrogable de diez días hábiles comunique oficialmente bien si va a lanzar una opa sobre Liberbank o bien si desiste de tales intenciones.

De lanzar finalmente una opa sobre Liberbank, el organismo regulador del mercado bursátil emplazó a Abanca a que lo haga sin más condiciones que las previstas en la norma que regula este tipo de operaciones. Según la CNMV, la comunicación realizada por la entidad gallega el viernes no se ajusta al procedimiento de opa.

La CNMV comunicó a Abanca (cuyo consejo estaba reunido anoche) que si pretende seguir adelante con su intento de compra del banco de origen asturiano debe corregir "aquellos aspectos de la información publicada en la tarde del pasado viernes" que "impiden considerarla como un anuncio de tal naturaleza, y en particular eliminando toda referencia a la sujeción de la oferta a un proceso de revisión" de los estados contables y libros de Liberbank. La CNMV señala que esto no impide "la posibilidad" de que el grupo que preside Juan Carlos Escotet "incluya la condición o condiciones concretas que estime adecuadas, que en todo caso tendrían que ser condiciones admisibles de conformidad con el artículo 13.2 del real decreto de opas".

Este artículo de la norma permite condicionar la opa a la "aprobación de modificaciones estatutarias o estructurales o adopción de otros acuerdos por la junta general de accionistas de la sociedad afectada", la "aceptación de la oferta por un determinado número mínimo de valores de la sociedad" objeto de la opa, la "aprobación de la oferta por la junta general de la sociedad oferente" y "cualquier otra que sea considerada conforme a derecho por la CNMV".