El Gobierno asturiano espera que las centrales térmicas de EDP en Asturias (Aboño y Soto de Ribera) mantengan su actividad más allá de 2030. "Esperamos que sigan funcionando mientras sean competitivas porque no está limitadas por otros condicionantes", afirmó ayer el presidente en funciones del Principado y portavoz del Ejecutivo, Guillermo Martínez.

El nuevo plan estratégico de EDP prevé que el carbón desaparezca del negocio de generación de la compañía antes de 2030, aunque la empresa ha transmitido también que las actuales térmicas seguirán funcionando mientras sean competititivas y que están en estudio posibles alternativas (uso de gas, como ya se hace en Aboño, o de biomasa, como en la planta lusa de Sines ) para mantener activas las centrales a largo plazo si resulta económicamente rentable.

En ese contexto, el Principado apeló ayer a los vínculos con la región de EDP, titular de los activos de la antigua HC. "Hidroeléctrica del Cantábrico es una empresa con raíces en Asturias, que ha aprovechado los recursos de esta región, y es una compañía energética de referencia", valoró Martínez.

El portavoz del Ejecutivo hizo hincapié en que EDP ha ejecutado en Aboño y Soto de Ribera "inversiones en medidas de corrección medio ambiental que les permiten cumplir holgadamente la normativa europea vigente, por lo que carecen de fecha de limitación para su funcionamiento". EDP ha invertido 100 millones de euros para dotar al grupo 2 de Aboño y al 3 de Soto de Ribera de equipos para reducir la contaminación por óxidos nitrosos.