La junta general de accionistas de Dia, que acaba de concluir en Madrid, decidió apoyar el plan del inversor ruso Mikhail Fridman, mayor accionista de la compañía (es propietario del 29%), lo que supone la derrota del consejo de administración y de la banca acreedora, que apoyaba la propuesta de los administradores.

La decisión abre un periodo de incertidumbre, dado que la ampliación de capital prometida por Letter One (la sociedad de Fridman) para aportar 500 millones a la sociedad en nuevo capital y restablecer el equilibrio patrimonial de la compañía está supeditado a que la Comisión nacional del Mercado de Valores (CNMV) autorice su oferta pública de adquisición (opa) sobre las acciones que aún no controla al precio de 0,67 euros por título, que la opa triunfe, que la compañía acceda a darle mayoría en el consejo y que la banca acreedora acceda a negociar la estructura de la deuda en términos no precisados.

La compañía está en causa legal de disolución tras haber incurrido en un patrimonio neto negativo de 166 millones, unas pérdidas en 2018 de 352 millones y una deuda acumulada de 1.452 millones.

La compañía, con siete enseñas diferentes en España (dos en venta) y otras en Portugal, Argentina y Brasil, tiene 42.000 trabajadores (26.693 en España, de los cuales 1.260 están en Asturias) y 6.157 tiendas (3.474 de ellas en el mercado español, de las que 131 operan en el Principado).