La dirección de Arcelor-Mittal comunicó ayer a los sindicatos que va a retrasar la prejubilación de casi 200 trabajadores de sus factorías asturianas. En concreto, la multinacional señaló que no va a acogerse a las reformas legislativas aprobadas por el Gobierno y que permitían a las empresas industriales que sus trabajadores de producción fueran saliendo de forma anticipada de la compañía cuando cumplirán los 61 años, siempre que cumplieran unos requisitos.

La siderúrgica destaca que la medida es voluntaria y ha decidido, para sorpresa de los representantes sindicales, que los que se prejubilen este año lo hagan cuando hayan cumplido los 61 años y 8 meses. Para el año que viene lo establecido es que las prejubilaciones se produzcan cuando los empleados hayan cumplido los 61 años más 10 meses. La empresa alegó que se trata de una forma de ahorrar costes y de "homogeneizar" las salidas.

Sin embargo, los sindicatos pusieron el grito en el cielo. CC OO señaló que "la actividad siderúrgica conlleva un acusado desgaste físico y todas las medidas tendentes a mejorar la calidad de vida deben de ser inexcusables, por lo que tomaremos las medidas legales necesarias".

Los datos

Jubilación. Arcelor-Mittal demorará ocho meses la jubilación de unos doscientos trabajadores. Los empleados saldrán este año de la compañía cuando cumplan los 61 años más ocho meses, en lugar a los 61 como permite la ley.

Relevo. La salida de estos trabajadores está ligada a la entrada en la compañía de nuevo personal mediante el sistema de contratos de relevo. El compromiso de Arcelor es el de que cada año 100 de estos temporales pasen a fijos.