Asturias perderá su autosuficiencia energética con el cierre de térmicas de carbón, con lo que las interconexiones eléctricas serán claves para el suministro. Red Eléctrica de España, el operador del sistema, reconoce que será necesario "reforzar" las redes de la región, pero los principales proyectos que se han planteado para Asturias están bloqueados.
La demanda de energía eléctrica en Asturias en 2018 fue de 10.639 GWh, mientras que la generación de electricidad en la región fue en ese mismo año de 12.801 GWh. Esa producción, respaldada en un 58,5% por las centrales de carbón, superó en 2.162 GWh el consumo regional, por lo que se produjo un saldo exportador de energía eléctrica. Sin embargo, si se elimina la participación de las térmicas de Lada y Narcea -cuyo cierre ya ha sido solicitado por Iberdrola y Narturgy para este mismo año- y el grupo 1 de Aboño -que EDP prevé cerrar en 2020 si no surgen alternativas- el saldo pasaría a ser negativo porque esas instalaciones aportan más de 3.000 GWh al año.
Asturias, que históricamente ha sido exportadora de energía, pasará a depender de otras regiones para abastecer a su población y, sobre todo, a su gran industria electrointensiva, que precisa de un suministro energético estable y de calidad. En esa situación las interconexiones eléctricas serán claves. A preguntas de LA NUEVA ESPAÑA, el director general de Operación de Red Eléctrica de España (REE), Miguel Duvison, reconoció que en Asturias hay grupos de carbón "que son notablemente importantes" para el suministro y que "en algunos puntos, la red requerirá refuerzos para que sea compatible el cierre de esas centrales, cuando se autorice, con la seguridad del suministro". Además, añadió que esas actuaciones "serán acompasadas". Sin embargo, los principales proyectos que tiene en cartera Red Eléctrica están bloqueados.
El anillo eléctrico. La planificación de la red de transporte de electricidad elaborada por la Administración General del Estado para el periodo 2015-2020 incluyó el proyecto del anillo eléctrico del área central de Asturias, que tiene como objetivo reforzar la garantía de suministro eléctrico en el eje Avilés-Gijón, zona con alta demanda tanto industrial como doméstica, y que actualmente cuenta con solo dos líneas de 220 kV. El proyecto del anillo incluye la puesta en marcha de una línea de 400 kV Soto-Grado-Gozón aprovechando la línea existente Soto-Tabiella, actualmente explotada a 220 kV; la construcción de una nueva línea de 400 kV y de 47 kilómetros de longitud Gozón-Reboria-Sama, y la construcción de una nueva subestación eléctrica denominada Gozón. El tramo Soto-Grado-Gozón, cuya tramitación se inició en 2016, aún tiene pendiente del cambio de tensión, mientras que el resto del anillo está bloqueado. Fuentes de REE señalaron que la compañía se ha visto obligada a ampliar los informes ambientales para recoger el estudio de un ciclo anual de avifauna, lo que retrasará el proyecto. De hecho, REE prevé que el grueso de la inversión se ejecute más allá de 2021.
Sama-Velilla. El polémico proyecto de la tercera interconexión eléctrica entre Asturias y Castilla y León se quedó fuera de la planificación de la red de transporte 2015-2020, pero se incluyó en su anexo 2, lo que supone que REE puede ir adelantando su tramitación pero sólo podría ejecutarla si se incluye en la próxima planificación 2021-2026. "Es uno de los ejes que se analizarán para de cara a la mueva planificación", señaló Duvison.
Por otro lado, la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ve "muy bien" que el Principado presente alegaciones al Estatuto de Consumidores Electrointensivos presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez. El sindicato USO también presentó ayer las suyas. Reclama la figura del consumidor "hiperelectrointensivo", la bajada de los peajes, permitir el máximo de presupuesto de lo recaudado del CO2 y el fomento de acuerdos bilaterales de compra de energía.
