Arcelor-Mittal hará una inversión "importante" para automatizar el trabajo en su tren de chapa gruesa de Veriña (Gijón). El proyecto consistirá en la sustitución de una de las máquinas de oxicorte por una nueva que facilitará el proceso de cortado y el de pintado de las chapas. Lo que no ha transcendido es la cantidad que la multinacional tiene previsto desembolsar ya que la mejora aún está por aprobar. La intención de la siderúrgica es ejecutar este proyecto para el año que viene.

No obstante, la dirección la compañía en Asturias ya adelantó algún detalle a los sindicatos sobre esta nueva inversión. La nueva máquina tendrá un mejor rendimiento mecánico y llevará incorporada un sistema de pintado.

Sin embargo, también supondrá un golpe para el empleo del taller porque obligará a amortizar algún puesto de trabajo. En primer lugar porque por motivos de patente esta nueva maquinaria tan solo podrá ser manejada por miembros externos a Arcelor-Mittal y que estarían a nómina del propio fabricante. Y segundo porque esta nueva automatización supondría eliminar dos de las grúas que actualmente trabajan para esta instalación y la figura del operador de oxicorte de desbastes.

Este anuncio llega justo un año después de que la multinacional y los sindicatos pactaran un plan integral para salvar la actividad de este taller, una de las tres plantas acabadoras de la factoría de Gijón (junto con alambrón y carril), y que estuvo contra la pared debido a las pérdidas millonarias que arrastraba. Al final, aquella crisis se solventó con la inversión de dos millones de euros por parte de la multinacional y la amortización de 32 empleos en esta instalación (algunos de ellos aún están pendientes) en la que trabajan unas 340 personas.

Esta vez también habrá que amortizar empleo, aunque la cifra no ha transcendido. Lo que sí le ha dicho la compañía a los sindicatos es que esas amortizaciones se realizarán mediante prejubilaciones. CC OO criticó que este nuevo proyecto "evidencia improvisación".