Unos 156.000 asturianos residen en lugares de la región clasificados a efectos del acceso a internet como "zonas blancas": territorios donde no es posible conectarse a la red o donde, existiendo la opción de hacerlo, las condiciones no garantizan un servicio de calidad porque la velocidad máxima de transmisión de datos no llega a 30 megabytes por segundo.

Es el tamaño de la brecha ditigal que ya existe en Asturias, según se puso de manifiesto ayer durante la presentación, en Oviedo, de la estrategia llamada "Astelecom", un plan elaborado por la Administración asturiana a través del Gitpa (sociedad pública promotora de la red de fibra óptica "Asturcón") y pensado para favorecer el acceso de la Asturias rural a servicios de internet de alta capacidad.

Según las explicaciones del consejero de Empleo, Isaac Pola, el citado plan arrancará este año y, presumiblemente, se desarrollará hasta 2022 (siempre que lo asuma el Gobierno autonómico que salga de las urnas en mayo). "Astelecom" movilizará 14,6 millones de euros de inversión pública para modernizar y llevar la red "Asturcón" a nuevas zonas que, por razones de rentabilidad, quedan al margen de los despliegues que realizan los principales operadores privados (Movistar, Vodafone, Orange y Telecable). El plan requiere la colaboración de estas compañías, de manera singular para el propósito de su última fase: acercar la tecnología que marcará el futuro de la conectividad (5G) a las zonas periféricas de la región y evitar con ello que aparezca una segunda brecha digital. Para ello, el proyecto del Principado incluye reutilizar las torres que transmiten la señal de la televisión digital terrestre (TDT) para desplegar nuevas redes que permitan llevar el servicio 5G a la zonas rurales en colaboración con los operadores privados.