Los accionistas de Iberdrola respaldaron ayer la reelección de Ignacio Galán como presidente hasta 2023 en una junta en la que la compañía presentó un beneficio neto récord de 3.014 millones de euros y aprobó el incremento de un 7,7% en la remuneración por acción hasta alcanzar los 0,351 euros, la mayor pagada hasta la fecha. Iberdrola refrendó también su plan de inversiones, con 34.000 millones hasta el año 2022.

La reelección de Galán le permitirá seguir pilotando la compañía hasta el año 2023. La junta, celebrada en Bilbao y en la que estuvo representada el 74,12% del capital social, sirvió para remarcar la senda de Iberdrola por una transición energética basada en la sostenibilidad y las renovables como ejes de un modelo económico que permita combinar el éxito empresarial con la lucha contra el cambio climático. En este sentido, Galán recordó que España se ha comprometido, a través de su Plan Integrado de Energía y Clima, a alcanzar un 74% de generación eléctrica renovable en 2030 y a cerrar la mayor parte de las centrales de carbón para 2025, además de movilizar 230.000 millones en inversiones, un contexto que sitúa a Iberdrola en una "posición privilegiada" para abordar esa transición. El reelegido presidente de Iberdrola aplaudió la hoja de ruta diseñada por el Gobierno de Pedro Sánchez para la descarbonización "es ambiciosa, pero realizable".

Las cifras de 2018 arrojan un beneficio neto de 3.014 millones de euros, un 7,5% más que en el ejercicio anterior. Se trata de la primera ocasión, subrayó Galán, en la que se rebasan los 3.000 millones de beneficio, unos "magníficos resultados" que permitieron aprobar una subida en la remuneración al accionista hasta alcanzar los 0,351 euros por acción, una cifra que se desea alcance los 0,4 en el año 2022. En el turno de intervenciones, a preguntas de un accionista que reclamó incrementar el dividendo percibido, Galán resaltó que debe haber un "equilibrio entre el crecimiento de la actividad y el dividendo" para evitar hipotéticos problemas. Asimismo, la compañía supera ya los 50.000 millones de euros en capitalización bursátil -"la tercera del Ibex 35, solo por detrás de Inditex y Banco Santander", dijo Galán- y su aportación al PIB nacional es de 10.693 millones, un 1% del total español.

Brasil, México, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania volvieron a ser los países en los que se concentró la expansión internacional de Iberdrola, que ejecutó unas ventas por valor de 35.000 millones de euros, un 12,2% más que el año anterior. Además, se invirtieron 5.300 millones de euros, lo que deja una inversión global de más de 20.000 millones en el último lustro.

De cara al futuro inmediato, Galán destacó los 34.000 millones de inversión previstos hasta el año 2022 -8.000 de ellos en España-, concentrada de manera fundamental en el desarrollo de energías renovables, redes inteligentes de suministro y mejores sistemas de almacenamiento. El crecimiento previsto de la demanda de electricidad y la "necesidad urgente de la descarbonización" van a permitir, a juicio del presidente de Iberdrola, afianzar la posición estratégica de la compañía en el plano nacional e internacional.

La junta de accionistas respaldó la incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU a sus estatutos sociales, así como el nombramiento de la catedrática de Economía Sara de la Rica como consejera independiente en sustitución del ex ministro Ángel Acebes, a quien Galán agradeció su "dedicación" en los siete años en los que ha permanecido en la compañía. En este sentido, Galán destacó el "compromiso integral" de Iberdrola con la igualdad de género