Duro Felguera, la sociedad matriz del grupo asturiano de ingeniería, volvió a posición neta patrimonial positiva y duplicó su beneficio neto en el ejercicio de 2018 tras contabilizar el impacto favorable del laudo sobre el contencioso con Samsung por la obra del complejo de Roy-Hill.

La compañía, que había declarado un beneficio neto de 37 millones, ha elevado su ganancia hasta los 75,2 millones por el efecto del arbitraje. Y el conjunto del grupo, que había arrojado un resultado neto de 61,6 millones, lo ha incrementado en el 61,3%, hasta los 99,4 millones.

El efecto positivo del laudo en la posición patrimonial de Duro ha sido finalmente de 38 millones (en la parte baja de la horquilla difundida el 7 de marzo, que lo había situado entre 35 y 55 millones), pero ha sido suficiente para revertir la situación. Duro había cerrado en 2018 incurriendo de nuevo en posición patrimonial negativa de 24,98 millones tras haber salido de ella con la ampliación de capital de julio, a la que había llegado con un desequilibrio de 181 millones que lo había situado en causa de disolución. Con el cobro de Samsung (a la que reclamaba en origen 310 millones de dólares australianos, equivalentes a 196,12 millones de euros), la ingeniería ha situado su patrimonio en una posición positiva de 12,4 millones.

Como consecuencia de esta mejora, el grupo reiteró ayer que llevará a la junta general de accionistas una revisión y modificación del plan estratégico pero ya no mencionó, como sí hizo el 1 de marzo, que vaya a recabar de los nuevos accionistas de referencia un nueva aportación de capital.

El "ebitda" (resultado bruto operativo) que había sido negativo en 155,39 millones, mejora en 31 millones y se sitúa ahora en 124,4 millones.

El consejo de Duro percibió 977.000 euros en 2018.