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El metal asturiano se juega 200 millones con un "Brexit" duro

Las sesenta empresas exportadoras al Reino Unido se preparan para una salida sin acuerdo en medio de una "gran inseguridad"

Guillermo Ulacia, presidente de Femetal. ÁNGEL GONZÁLEZ

Unas sesenta empresas asturianas observan estos días con especial preocupación los acontecimientos del Parlamento británico sobre el "Brexit" y la creciente amenaza de una desconexión abrupta de Reino Unido de la Unión Europea. Son los exportadores que de manera regular hacen operaciones en el país de Theresa May, cuarto destino de las ventas exteriores de la región en 2018 (tercero, en el inicio de 2019), con un marcado protagonismo del sector del metal. Su patronal, Femetal, describe así el clima que se vive en las compañías más directamente concernidas por el "Brexit": "Este escenario genera una gran inseguridad que impacta directamente en la toma de decisiones y en el desarrollo de proyectos empresariales".

Femetal es una de las organizaciones que, siguiendo las indicaciones de la Comisión Europea, de las autoridades españolas y de la patronal nacional CEOE, ha informado a sus asociados sobre los pasos a seguir para prepararse ante el riesgo de "Brexit" duro. Después de quedar desactivada la fecha del 29 de marzo, el nuevo día "B" es el 12 de abril. Vencerá entonces la prórroga concedida a Reino Unido por la UE, salvo que el Parlamento británico apruebe antes los acuerdos alcanzados por el Gobierno de May con los líderes europeos o se produzca un nuevo giro en la cuestión (negociación de nuevas prórrogas, eventual revocación del "Brexit"...).

De consumarse una salida sin pacto, Reino Unido pasaría a tener la consideración de "país tercero" en sus relaciones con los estados de la UE, quedando por tanto fuera del mercado interior común y de la Unión Aduanera y formalmente desenganchada de las cuatro libertades fundamentales que caracterizan el proyecto europeo: libre circulación de personas, de bienes, de servicios y de capitales. En el capítulo de los intercambios comerciales, ello supone que exportar e importar estará sujeto a formalidades burocráticas y controles que ahora no existen, a la aplicación de aranceles y obligaciones tributarias (pago del IVA en el caso de las importaciones, presentación de garantías en la aduana...) y a la exigencia para los exportadores de cumplir las legislaciones que desarrolle Reino Unido, normas ahora equivalentes a las europeas, por la pertenencia del país a la UE, pero que presumiblemente irán cambiando con el tiempo.

En suma, un "Brexit" duro traería de inmediato cargas burocráticas y económicas para las empresas. La alternativa negociada las evitaría de manera transitoria, hasta que el 1 de enero de 2020 venciera el período de transición concertado entre Theresa May y los negociadores de Bruselas.

Para los exportadores asturianos están en juego negocios que en 2018 ascendieron a 292 millones de euros, principalmente protagonizados por empresas del metal (205 millones). En ese año, los astilleros facturaron 96 millones de euros en Reino Unido y Azsa exportó cinc por un valor cercano a los 66 millones. En otros sectores, Corporación Masaveu y Ence también hicieron ventas relevantes en el país, al igual que Fertiberia.

¿Qué estrategia están siguiendo las empresas para preservar sus intereses frente a la amenaza de un "Brexit" duro? Los primeros datos que se conocen sobre el comportamiento de las exportaciones en 2019 dan a entender que algunas compañías pudieron acelerar sus operaciones en el Reino Unido, ante su propio interés y el de sus clientes en anticiparse a un escenario de ruptura. En un mes, el de enero, las ventas de cinc con destino a clientes británicos ascendieron a 23 millones de euros, un tercio de todo lo exportado en 2018. Aumentaron asimismo las expediciones de productos de alimentación infantil (un millón de euros), equivalentes al 36% de la facturación que los fabricantes tuvieron el pasado año. En 2018 ya habían aumentado el 21% las exportaciones de escorias siderúrgicas de Masaveu y el 18% las de pasta de papel de Ence.

La interlocución con clientes y proveedores de Reino Unido forma parte de los "planes de contingencia" que las empresas, sobre todo las grandes, han elaborado para prepararse. Para las pymes, con menos recursos para diseñar esas estrategias, el Principado ha dispuesto, a través de Asturex, un mecanismo de diagnóstico y apoyo. El consejo que más están transmitiendo instituciones y organizaciones empresariales es este: informarse ante las autoridades aduaneras sobre las gestiones precisas para adaptarse a los cambios que traería un "Brexit" a las bravas y anticiparlas en lo posible. Estar listos para lo peor.

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