La suspensión temporal del impuesto sobre la generación eléctrica del 7%, una de las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar el impacto del alza del precio de la luz en los consumidores, finalizó ayer, lo que podría encarecer entre 0,5 y un euro la factura mensual de la luz de un hogar medio.

El citado tributo grava la producción de electricidad y es repercutido por las empresas generadoras en los precios que oferta en el mercado mayorista. El pasado octubre, y ante la escalada que entonces se producía en el coste de la luz para los usuarios, el Gobierno tomó la decisión de suspender temporalmente el impuesto. Ahora se restablece en un contexto de precios más contenidos. En marzo, el recibo medio subió el 0,4%, según datos de la Comisión de los Mercados y la Competencia.

Por otra parte, la compañía de distribución de electricidad de EDP, mayoritaria en Asturias, ha cambiado su marca y pasa a denominarse E-REDES.