El fondo británico Zegona Communications, que fue propietario de la operadora asturiana de telecomunicaciones Telecable hasta su venta a la vasca Euskaltel en mayo de 2017, se ha convertido en el mayor accionista de esta compañía vizcaína, tras hacerse con el 20,94% de la sociedad que integra a Euskaltel, Telecable y R.

Zegona poseía el 16,41% de la operadora vasca desde que le vendió Telecable, lo que le convirtió en el segundo accionista de referencia, por detrás de Kutxabank, el banco de las antiguas cajas vascas. Crítico con la gestión del grupo, Zegona anunció un intento de opa (oferta pública de adquisición) parcial para hacerse con el 29%, justo en el límite para no verse obligado a hacer una oferta por el 100% (lo que debería de hacer de alcanzar el 30%) pero suficiente para superar a Kutxabank, dueño del 19,882%. Su propósito era reclamar un mayor protagonismo en el diseño de la estrategia y en la dirección del negocio. Aunque finalmente desistió, recondujo el plan para comprar acciones de Euskaltel en Bolsa tras captar recursos mediante una ampliación de capital. Con la posesión del 20,94% declarado ayer, el grupo británico ya es el mayor socio. Su voluntad es llegar al 26% y completar así el control sobre casi el 29%, dado que tiene una alianza con Talomon Capital, que prevé llegar al 2,4%

Ahora se abre un escenario nuevo. Zegona había dicho meses atrás que su intención es colaborar, con afán constructivo, con el resto del consejo una vez que lograra el liderazgo. Y desde que hizo este anuncio Euskaltel ha aplicado decisiones tendentes a dar satisfacción a algunas de las demandas de Zegona, como las expansión a regiones limítrofes de sus territorios de origen (País Vasco, Asturias y Galicia) para ampliar el negocio y fusionar las filiales Telecable y R para reducir costes y generar sinergias. Sin embargo, Zegona, que ha tenido el apoyo de Virgin, podría querer ir más allá: introducir la marca Virgin en España y nombrar a un nuevo gestor.