El anuncio de la compañía Vauste Spain de comenzar a aplicar un expediente de regulación de empleo a los 130 trabajadores de la planta que tiene en Gijón ha hecho explotar un conflicto sindical que, por lo visto, llevaba tiempo larvado en el seno de la factoría. UGT, CC OO y USO, que ostentan entre los tres siete delegados, acusaron a la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), que tiene dos, de estar bombardeando y poniendo obstáculos en las negociaciones que la empresa abre con los futuros clientes. "No es normal que un sindicato se dedique a echar abajo contratos y que durante tres años haya hecho todo lo posible para dar una mala imagen delante de nuestro cliente principal (Tenneco, la antigua propietaria de la factoría)", señaló César González, miembro del comité por parte de CC OO. Estos sindicatos también apuntaron sus miras hacia Podemos y su marca local en Gijón, Xixón Sí Puede, a los que acusaron de estar "politizando un conflicto de forma muy perjudicial".

Tirando de hechos concretos, los sindicalistas acusan a los miembros de la CSI de haber echado por tierra un contrato con un importante cliente, el Grupo Antolín. "Durante este último año y medio, a cada visita de un posible cliente ese sindicato ha respondido con convocatorias de huelga y pancartas de no al cierre, dando una imagen de conflictividad inexistente", señaló Javier Álvarez, de USO. De hecho, los auditores de Antolín fueron recibidos también con esas pancartas y protestas, lo que hizo que se retiraran y no llegaran a firmar el contrato comercial con Vauste. Ahora, esta parte mayoritaria del comité teme que la situación pueda repetirse con los otros dos posibles clientes con los que la compañía está negociando para mejorar su producción. Se trata del grupo japonés Kayaba y del alemán Koni.

Salvador Chamadoira, de FICA-UGT, señaló que muchas de las actuaciones de la CSI "van en perjuicio de la asamblea de trabajadores, que en múltiples ocasiones les han reprochado esa forma de proceder".

No obstante, ahora el comité tendrá que sentarse a negociar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que Vauste plantea después de que Tenneco le haya manifestado su intención de recortar a la mitad sus pedidos. Hasta ahora, la factoría gijonesa venía haciendo 600.000 amortiguadores y 1,4 millones de ejes para esa empresa. Y ahora el encargo es que fabrique 400.000 amortiguadores y 600.000 ejes.