El fabricante japonés de automóviles Nissan anunció ayer que presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 600 de sus 3.300 trabajadores de Barcelona, tras finalizar sin acuerdo el plazo fijado por la empresa para cerrar el ajuste de plantilla anunciado. El recorte se aplicará en los centros productivos de Barcelona (Zona Franca y Montcada) y está relacionado con la crisis de ventas que afecta al sector, particularmente a los coches diésel.

Desde la empresa se ha insistido en que la dirección sigue priorizando las "medidas de carácter voluntario y un plan de prejubilaciones" con el 80 % del salario neto hasta la jubilación a los 63 años. En un comunicado, Nissan explicó que esta decisión persigue el objetivo de alcanzar un acuerdo que permita llevar a cabo las medidas de ajuste necesarias para poder garantizar la competitividad y la sostenibilidad de las plantas de Barcelona.

Además, la multinacional ha confirmado su intención de invertir 70 millones de euros en una nueva planta de pintura de última generación de acuerdo con los nuevos requisitos medioambientales, inversión que está condicionada a la consecución de las medidas de ajuste planteadas.

La dirección de Nissan Motor Ibérica ha dado un plazo de 14 días a la representación social para constituir la comisión negociadora, período a partir del cual se iniciarán las negociaciones.

Los representantes de los trabajadores ya expresaron ayer su temor a que la compañía optase por presentar un ERE para llevar a cabo el ajuste previsto de 600 empleos de manera unilateral. Los sindicatos preparan un calendario de movilizaciones que no descarta la huelga y que incluirá una protesta durante la celebración en mayo del próximo Automobile Barcelona.

Según ha explicado a Efe el presidente del comité de empresa, Juan Carlos Vicente (CCOO), "la plantilla está muy enfadada con esta situación". El comité reclama que se garantice el empleo y el futuro de las plantas de Barcelona y una salida "digna" para los trabajadores afectados.