Los sindicatos de las plantas asturianas de la multinacional siderúrgica Arcelor (la primera de los dos de huelga convocadas para esta semana en el complejo fabril de Avilés-Gijón y en el resto de instalaciones españolas de la compañía) en una protesta "histórica" por su seguimiento masivo. Los sindicatos (CC OO, UGT, USO y CSI en el caso de Asturias) pretenden forzar un cambio de actitud de la empresa y desbloquear la negociación del acuerdo marco, que la empresa limita a un solo ejercicio y con una mejora salarial del 0,4% mientras que los comités exigen un pacto con una vigencia de al menos tres años y con aumentos remunerativos del 4%. A la huelga (la primera de la plantilla de Arcelor-Mittal desde 2012) han sido convocados unos 8.500 empleados en España, de los que 5.419 trabajan en Asturias.

El comité de huelga acatará los servicios mínimos establecidos por la empresa para hoy, aun cuando los juzga "abusivos", y los sindicatos han dicho que acudirán a los tribunales si para la próxima jornada de conflicto (la del sábado) la empresa no negocia con el comité las condiciones e intensidad del funcionamiento de las instalaciones básicas.

Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT de Asturias, dijo ayer que confía en que la empresa "recapacite" tras la huelga y abra un periodo negociar que desbloquee las conversaciones con propuestas que no sean "inasumibles e inapropiadas" como la del 0,4%.

José Manuel Castro, secretario general de la Sección Sindical Intercentros de CC OO en Arcelor-Mittal, señaló en similares términos que espera que la huelga sea masiva y "activa", con presencia de trabajadores a las entradas de las fábricas, para forzar una cambio de actitud por la compañía.

Castro reiteró que es inaceptable una subida del 0,4% y la renuncia a prolongar el contrato-relevo más allá de los nacidos en 1959, cuando el beneficio mundial de la compañía aumentó, dijo, el 190% entre 2016 y 2018, con un resultado operativo ("ebitda") global de 5.100 millones de dólares (4.529 millones de euros) y de 308 millones de euros en el caso del área de negocio española que encabeza Asturias. La empresa alega el empeoramiento de las expectativas económicas.

Según los servicios mínimos, hoy deberán estar activos en Gijón la acería, los dos hornos altos (al 70% de su capacidad, aunque funcionarán por debajo porque están limitados por la capacidad de la acería gijonesa, menor que la de Avilés), el parque de carbones y el sínter. En el caso de Avilés deberán operar las baterías de coque. Salvo estas instalaciones, los sindicatos propugnarán un paro total en Avilés (salvo baterías) y en todas las instalaciones acabadoras de Gijón.