La dirección de Arcelor-Mittal ha citado hoy, en Echévarri (Vizcaya), a los representantes sindicales para intentar apurar la negociación del nuevo convenio colectivo y acercar posturas que eviten la nueva jornada de huelga que está prevista para mañana, sábado. La siderúrgica manifestó que este encuentro, que no estaba previsto hasta ayer, se debe a su voluntad de negociar y de llegar a un acuerdo. Aun así, las posturas entre están muy alejadas. Alejadísimas. Tanto que los sindicalistas veían ayer difícil que la oferta de la multinacional consiga suspender los paros.

Las centrales reclaman una subida de los salarios del 4%, después de años apretándose el cinturón, defienden. Mientras que la empresa tan solo ofrece un alza del 0,4%. La diferencia es notable. Los sindicatos, además, dudan de la voluntad de negociación de la compañía. "La huelga del martes fue un éxito y parece que ha hecho a la empresa recapacitar", señaló Raúl Cueto, portavoz de UGT. A lo que el representante de CC OO, José Manuel Castro, añadió que "muy generosa tiene que ser la oferta de la empresa para desconvocar la huelga".

Los comités de empresa en Asturias de Arcelor (en Gijón y Avilés) decidieron ayer, por unanimidad, denunciar los servicios mínimos propuestos por la siderúrgica, ya que los consideran abusivos porque son los mismos que se habían acordado en 2005 ante una convocatoria de huelga similar. La situación de las plantas ha cambiado mucho desde entonces, argumentan los sindicatos, que aseguran incluso que en determinados puestos (como en mantenimiento) habría que contratar personal para poder cumplir con esos servicios mínimos.

Para lo que no hubo acuerdo en los comités fue para las posibles medidas de presión a tomar tras la reunión de hoy y la jornada de huelga de mañana. La decisión se tomará a partir del lunes. De no haber acercamientos habrá más huelgas, advierten las centrales sindicales.