No habrá huelga hoy en Arcelor-Mittal en Asturias. Aunque, por el momento, tampoco hay acuerdo sobre cómo deben subir los sueldos de los trabajadores de la multinacional, el principal punto de desacuerdo hasta ahora en la negociación para la renovación del convenio colectivo del gigante siderúrgico. La multinacional maniobró y tras meses de negativa decidió ayer mejorar su oferta salarial y aceptar comenzar a negociar una reducción de la jornada, algo a lo que hasta ahora se había negado en rotundo. No hay pacto posible por el momento, a ojos de los sindicatos que siguen viendo las posturas muy alejadas. Sin embargo, el cambio de ritmo y la nueva voluntad mostrada por la dirección de la siderúrgica fue suficiente para que los sindicatos aceptaran cancelar el que hubiera sido el segundo día de huelga en las instalaciones asturianas de la compañía.

Hasta ahora, Arcelor solo había aceptado una subida de los salarios de, como mucho, un 0,4%. Ahora, la multinacional propone un incremento del 0,8% para este año (el doble de lo ofertado hasta ahora), el mismo porcentaje para el que viene, y un 1% para 2021. A años luz aún del 4% que vienen exigiendo los representantes sindicales que quieren, tal y como justifican, aprovecharse de la mejoría de los resultados que viene registrando la multinacional durante los últimos años. También se abre la firma siderúrgica a disminuir la jornada laboral, tal y como exigen los representantes sindicales para poder continuar negociando. A mayores, la compañía asegura que continuará aplicando el contrato de relevo, tal y como lo venía haciendo hasta ahora. Las intenciones iniciales de Arcelor eran las de retrasar la prejubilación de unos 200 empleados este año. Lo que, habían denunciado los sindicatos, cerraba la puerta a la regeneración de la plantilla de la multinacional en Asturias.

El acuerdo para desbloquear los paros se produjo después de casi diez horas de negociaciones en las que, reconocen los presentes, hubo momentos de una gran tensión. Tanto que el encuentro, que se celebró en Echévarri (Vizcaya) estuvo a un paso de saltar por los aires varias veces. Finalmente, la situación se pudo reconducir. La empresa se mostraba satisfecha con el resultado de la reunión, aunque la huelga se tuviera que desconvocar "in extremis". Por su parte, los sindicatos abandonaron la negociación con una sensación agridulce. Por un lado, estaban contentos de que la siderúrgica virara su rumbo en la negociación, pero están descontentos por el tiempo perdido.

El portavoz de UGT, Raúl Cueto, señaló que la oferta de la compañía es "un punto de partida, pero no nos deja satisfechos". Mientras que el de CC OO, José Manuel Castro, aseguró que la reunión "había sido muy bronca, y lo que hemos buscado, al final, es la solución menos mala. Esto es un punto de partida, pero es, a todas luces, aún insuficiente".

Ambas partes, la dirección de la compañía y los sindicatos, retomarán las negociaciones el martes. "Esto ya no da para más adornos, es el momento de negociar de forma ágil", dijo Castro.