Arcelor-Mittal recortará su producción de acero en Asturias por el impacto de las importaciones, el incremento de los costes de CO2 y el "elevado" precio de la electricidad en España en un momento en el que sigue pendiente la aprobación de un estatuto que proteja a las grandes empresas electrointensivas. En concreto la compañía siderúrgica reducirá en 700.000 toneladas su producción de acero en Asturias, lo que supone un recorte del 16%. La medida afectará a los altos hornos de Gijón y a la acería de Avilés. La dirección de la compañía se reunirá con los sindicatos para plantear ajustes de plantilla mediante un expediente de regulación de empleo (ERE). El Consejero de Industria Isaac Pola expresó hoy su confianza en que la decisión de ArcelorMittal sea circunstancial "y pueda corregirse en la medida de lo posible en un periodo de tiempo corto". Pola insistió en la necesidad de que se articulen medidas para que el precio final de la energía en industrias electrointensivas, como es el caso de ArcelorMittal , no sea tan diferente al de países del entorno de España

La situación viene derivada sobre todo al descenso de la demanda en sectores como el de la automoción, según el análisis del consejero. Además, están otros factores vinculados a la importación de productos siderúrgicos extracomunitarios, que deberían de obtener como respuesta algún tipo de arancel para competir en igualdad con los de la UE, según informa EFE recogiendo las palabras de Pola.

Esta mañana ArcelorMittal anunció su intención de detener temporalmente la producción en sus instalaciones de fabricación de acero en Cracovia, en Polonia, y reducir la producción en Asturias, en España. Además, el aumento previsto de los envíos en Arcelor-Mittal Italia hasta los seis millones de toneladas anuales se ralentizará. Juntas, estas acciones darán como resultado una reducción temporal anual de la producción de alrededor de tres millones de toneladas.

Geert van Poelvoorde, CEO de Arcelor-Mittal Europa Productos Planos señaló que "la difícil decisión de reducir temporalmente nuestra producción europea de acero plano primario no ha sido tomada a la ligera. Entendemos el impacto que esto tiene en los empleados y las comunidades locales y se trabaja para garantizar que existan medidas sociales que las respalden durante este período". Además Geert van Poelvoorde añadió que "estas acciones reflejan el débil entorno de demanda en Europa hoy en día y el aumento de las importaciones a pesar de las medidas de salvaguardia introducidas por la Comisión Europea". Además, destacó que "los altos costos de la energía y el aumento de los costos de carbono se están sumando a ese entorno difícil".

En Asturias se reducirá la producción primaria de acero. Fuentes de Arcelor-Mittal resaltaron que "los costos de electricidad son muy altos en España, entre los más elevados del continente, y el mercado del sur de Europa se ha visto afectado por un aumento sin precedentes de las importaciones procedentes de fuera de la UE". En concreto el recorte de producción en Asturias será de 700.000 toneladas anuales, lo que representa el 16% de la fabricación de acero registrada el pasado año en las fábricas de la región. Los recortes afectarán a los altos hornos de Gijón y a la acería de Avilés, pero de momento no se prevén cierres temporales de instalaciones. Para acompañar este recorte de producción la compañía planteará un ERE.

En Cracovia, la producción primaria (alto horno y planta de acero) estará temporalmente inactiva. Allí el mercado del acero está particularmente afectado debido a un aumento de casi cuatro veces del acero ruso.

Desde Arcelor-Mittal señalaron que a pesar de la introducción de las tarifas de salvaguardia permanentes de la UE en febrero de 2019, ha habido un aumento continuo y constante de las importaciones de acero plano en Europa y alcanzan actualmente niveles récord. Además, el precio del carbono ha aumentado aproximadamente un 230% desde el inicio de 2018, ejerciendo una mayor presión competitiva sobre las siderúrgicas europeas. Sólo el acero producido en Europa está sujeto a un gravamen sobre el carbono. Arcelor-Mittal pidió la introducción de un ajuste de la "frontera verde" por el cual el acero importado en Europa tenga las mismas normas aplicadas al CO2 que el acero producido en la UE.