La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, señaló ayer que sería un "tremendo error precipitar medidas" de apoyo a Arcelor-Mittal para evitar los recortes en Asturias porque podrían ser incompatibles con el marco comunitario y ser consideradas como ayudas de Estado. "Podríamos meternos en un lío", señaló Ribera.

La Ministra aseguró que además de los costes de la electricidad que alega Arcelor-Mittal para recortar producción en Asturias "hay otras causas pues la compañía está reestructurando su producción en el mundo". En una entrevista en la "Ser", Ribera afirmó que la energía es un elemento fundamental para el desarrollo y la actividad económica, pero cuando se ve la comparativa de los precios de la electricidad en España frente al resto de la UE, "hay una horquilla más o menos similar para la industria electrointensiva", aunque el coste para las pymes y el consumidor es "mucho más elevado".

La afirmación de la Ministra contrasta con la posición de la multinacional siderúrgica, que sigue asegurando que el precio de la energía para la industria electrointensiva en España es entre un 30 y 35% más cara que en Alemania.

Ribera apuntó que el Gobierno está intentando ver qué "se puede hacer para acompañar a la industria electrointensiva", aunque añadió que "hay que ser prudentes porque hay otras causas estructurales". En ese sentido apuntó que, por ejemplo, la compañía siderúrgica ha anunciado el cierre de su planta en Cracovia (Polonia), pese a que el Gobierno polaco compensaba hasta el doble del precio del CO2 con respecto al realmente emitido en esa planta, y eso se refleja en la factura energética. Por ello señaló que sería un "tremendo error precipitar medidas" de apoyo en el caso de Arcelor en Asturias. Ribera dijo que "hay que ver de qué manera los procesos industriales que son intensivos en energía y en CO2 pueden ir evolucionando hacia un modelo diferente, sin que se ponga en riesgo una competitividad industrial que se necesita".

El presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Belarmino Feito, avisó al Gobierno de España de que la industria electrointensiva no puede asumir los costes energéticos. Además destacó que tanto el Ejecutivo como la Unión Europea deben percatarse de los riesgos que está corriendo la industria europea por la "falta de eficacia" de las medidas arancelarias adoptadas por la UE en el mes de febrero para protegerse de las importaciones. Feito destacó su "ineficacia" porque los cupos de acero que pueden entrar en Europa sin arancel se producen a un coste más bajo porque no conllevan cargas medioambientales. Además, el presidente de FADE advirtió de que hay países que para evitar el pago de aranceles llevan a cabo la transformación fuera de Europa, a donde entran como producto, lo cual afecta "gravemente" a la industria transformadora europea.

El presidente de los empresarios asturianos confía en que la UE adoptará las medidas de protección necesarias para la industria europea y que no la abandonará "a su suerte" porque desplazar la producción a lugares donde se contamina más y no se paga por ello no da solución al problema medioambiental.

Por su parte Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT de Asturias, señaló que "no es una buena noticia que haya una bajada de la producción de Arcelor y esperemos que esto sea un problema puntual". "Lo que está claro es que tenemos un problema con las empresas electrointensivas porque o somos capaces de poner un arancel medioambiental y que estas compañías tengan un precio de la electricidad, añadió Lanero, que destacó que "las emisiones de CO2 no tienen fronteras y no es lógico que a nuestras empresas les pidamos que contaminen menos y a la vez otras compañías fuera de España y de Europa puedan producir sin ninguna limitación medioambiental, porque entonces no se compite en igualdad de condiciones".

La presidenta del PP de Asturias, Mercedes Fernández, señaló recorte de producción de ArcelorMittal es "un mazazo más para Asturias" que se suma a la decisión de Alcoa de desprenderse de la factoría de Avilés y vaticinó que el recorte temporal de la producción de la siderúrgica va a tener consecuencias en el empleo. Subrayó la necesidad de adoptar las medidas necesarias para que la decisión "cause el menor daño posible" y que el recorte de la producción "sea lo más corto posible". Apuntó que la decisión de la multinacional está motivada por factores como el elevado precio de la electricidad, los costes por emisiones de CO2 y las importaciones de terceros países, cuestiones en las que el Gobierno central "tiene mucho que hacer y que decir".

La alcaldesa de Avilés, la socialista Mariví Monteserín, señaló que "hay preocupación, como no podía ser de otra manera, y esperamos que sea una preocupación de carácter coyuntural, aunque somos conscientes de que vivimos en una ciudad con una serie de empresas multinacionales muy importantes que están sujetas a muchas coyunturas. Pero en este caso pasa lo que venimos diciendo desde hace mucho tiempo: que es necesaria una política industrial de la UE que proteja nuestros productos y nuestras industrias. Y es necesario e imprescindible el Estatuto de las Electrointensivas. Esas dos cosas son las que pueden abrir puertas a un futuro con una cierta y mayor seguridad, que es lo que queremos los que vivimos y trabajamos en zonas tan industriales como Avilés".

El candidato de Vox a la presidencia del Principado, Ignacio Blanco, cargó contra la "obsesión progre-guay" de quienes pretenden acabar con las centrales térmicas y los coches de combustión. Blanco apuntó al candidato socialista Adrián Barbón "por ser el hombre de Pedro Sánchez en Asturias y el culpable de las políticas del ambientalismo radical que van a llevar a nuestra tierra al más agresivo proceso de desindustrialización desde los años 80".