La producción energética cayó casi el 25% en Asturias el pasado marzo en relación al mismo mes de 2018, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Ese resultado se explica principalmente por el menor funcionamiento de las térmicas de carbón. Otras regiones del Noroeste que también disponen de este tipo de instalaciones sufrieron retrocesos igualmente muy intensos: Galicia (-28,2%) y Castilla y León (-37,2%). El descenso de producción de las térmicas de carbón está relacionado con la pérdida de competitividad de las centrales debido al encarecimiento de los derechos para emitir dióxido de carbono (CO2), gas responsable del cambio climático. Como ya explicó este diario, las centrales de gas natural (ciclos combinados), menos intensivas en emisiones, han desbancado este año a las térmicas como principal tecnología de respaldo en el sistema eléctrico español.