Arcelor-Mittal pretende condicionar la subida salarial de sus trabajadores a la productividad y al absentismo. La multinacional, con más de 5.000 empleados en Asturias, propone establecer un tramo fijo de alza salarial y un segundo tramo condicionado al logro de objetivos. Los sindicatos no ven mal la medida siempre que el variable "sea a mayores".

La dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores celebraron ayer en Madrid la décima reunión de la comisión negociadora del séptimo acuerdo marco de la compañía. Arcelor-Mittal anunció la semana pasada un recorte de producción de 700.000 toneladas de acero anuales en sus plantas de Asturias (el 16% de la producción de 2018) y las causas de esa decisión centraron buena parte del encuentro.

Los responsables de Energía y Comercialización de Productos Planos de la compañía destacaron la desventaja que tiene España frente a países como Alemania o Francia por el precio de la electricidad (entre un 25 y un 35% más alto) y los problemas de sobrecapacidad de producción de acero que hay en Europa por las importaciones de productos planos procedentes de países extracomunitarios. Ese último factor lo vincularon con la baja efectividad de las barreras arancelarias que se suma al aumento de los costes por las emisiones de CO2 en Europa. La multinacional del acero volvió a incidir en los nubarrones que se ciernen sobre el sector en la mesa en la que se discute la subida salarial y los sindicatos respondieron que los trabajadores no tienen influencia en esos factores y que deben ser los gobiernos los que tomen medidas.

Ya centrados en la negociación del nuevo acuerdo marco, la dirección de la compañía planteó condicionar la subida salarial al logro de objetivos en productividad y absentismo, dos factores que preocupan a la compañía para mantener la competitividad de las plantas asturianas. En concreto, la empresa plantea establecer un tramo de subida fija y añadir un segundo variable condicionado a los resultados de productividad y de asistencia al trabajo (el absentismo se ha mantenido alrededor del 4% en los últimos años). CC OO, UGT, CSI y USO no ven mal la medida siempre que no afecte a la retribución fija. "Si la parte variable es a mayores no habrá problema por nuestra parte", señaló Raúl Cueto, representante de UGT-FICA. "De los variables tenemos malos recuerdos porque siempre han significado bajas salariales", apuntó Manuel Ángel Pulgar, representante de la CSI, en referencia al tramo variable que se estableció dentro del sueldo de los empleados entre 2013 y 2015, en plena crisis.

Ahora el variable se establecería sobre la subida salarial, cuya cuantía está por fijar. La empresa defendía de forma inamovible un alza del 0,8% para este año y el que viene y del 1% en 2021, lo que fue respondido por los trabajadores con una huelga tras la cual se reabrió la negociación. La última propuesta de la plataforma sindical incluía un alza del 3% para este año, del 3,5% para 2020 y del 4% para 2021.