El coste de los derechos para emitir CO2 está sacando del mercado eléctrico a las térmicas de carbón de manera acelerada y con ello se está confirmando el escenario de precios al alza que vaticinaban los sectores empresariales, sindicales y políticos más beligerantes con el modelo de descarbonización rápida o exprés que atribuyen al actual Gobierno central. Según un informe conocido ayer, la luz se está encareciendo este año al ser desplazadas las térmicas carboneras, cuya actividad está bajo mínimos, por las centrales de gas, que han disparado la suya.
En un escenario de baja producción hidroeléctrica que favorece el funcionamiento de las centrales de combustibles fósiles, las de carbón cubrieron en la primera quincena de mayo únicamente el 1,6% de la demanda, frente al 7% del mismo período de 2018, caracterizado por una alta hidraulicidad. Al mismo tiempo, los ciclos combinados (gas natural) han pasado de aportar el 7,5% de la generación al 17,1%, según datos de REE.
¿Cómo está afectando ese "sorpasso" del gas sobre el carbón a los precios? Según los analistas de la consultora energética ASE, el precio medio en el mercado mayorista en la primera mitad de mayo (47,05 euros por megavatio/hora) fue un 9,24% más caro que el promedio de los últimos cinco años y se comportó con una alta volatilidad.
Los expertos de ASE Luis Gago y Juan Antonio Martínez subrayan que la escalada de los derechos de emisión en el mercado de carbono (principal herramienta desarrollada por la UE para reducir el CO2) "dejan al carbón fuera de juego de la generación de electricidad" y su hueco es ocupado por los ciclos combinados de gas natural, que "elevan el techo de los precios".
