La cadena de supermercados Dia, con 131 tiendas y 1.260 empleos en Asturias, eludió ayer el riesgo inminente de incurrir en quiebra técnica. A menos de ocho horas de que se agotaran los plazos legales, el mayor accionista de Dia, el inversor ruso Mikhail Fridman, dueño del 69,76%, y el principal banco acreedor de la empresa, el Santander, alcanzaron un entendimiento con el que se desbloquea el lanzamiento de la ampliación de capital anunciada y comprometida por Letter One Retail (el fondo inversor de Fridman) por un monto de 500 millones, y que se destinará a restablecer el equilibrio patrimonial y a relanzar el negocio.

La formalización de la ampliación de capital había sido supeditada por Letter One a que saliera adelante la opa que planteó por Dia (y que le permitió ampliar su peso en el capital del 29% al 69,76%) y a que la banca acreedora accediera a tres condiciones: restablecer las línea de crédito a Dia y ampliarlas de 170 a 380 millones, aplazar los vencimientos de deuda hasta marzo de 2023 y que de los 500 millones de la ampliación y los 100 millones que se espera obtener con la venta de las perfumerías Clarel y los "cash & carry" Max Descuento no se destine ningún importe a amortizar deuda.

Estas condiciones fueron aceptadas el jueves por 16 de los 17 bancos acreedores, que representan el 77,5% de la financiación sindicada, pero el Santander exigió un tratamiento homogéneo con los bonistas de Dia, a cuyo pago Fridman se comprometió a destinar 300 millones.

Ayer, y tras una negociación al borde del límite del plazo legal, Ana Botín, presidenta del Santander, anunció con un "tuit" que "el Santander ha decidido apoyar a Dia y sus empleados" tras comprometerse el presidente de Letter One "a trabajar para eliminar la discriminación entre bonistas y bancos".

Fridman espera ahora que el consejo cumpla su tercera exigencia (la designación de una mayoría consejeros en representación de Letter One) antes de emprender la ampliación de capital y su aseguramiento. Con ello Dia eludiría el preconcurso -y en su caso la liquidación- una vez que ayer vencía el plazo para que la empresa restablezca su equilibrio patrimonial tras aprobar sus cuentas en situación legal de disolución en la junta general de hace dos meses. Además de este agotamiento del plazo legal, el día 30 se iban a producir vencimientos importantes de deuda.

La ampliación de capital supondrá una esfuerzo a los accionistas en tanto que aquellos que no acudan a ella aportando recursos en su parte alícuota sufrirán una dilución de su peso relativo en el capital de hasta el 90%.