El nuevo tijeretazo que Arcelor-Mittal meterá a la producción de varios de sus talleres de Avilés tocará también de lleno a los empleados de las empresas auxiliares que trabajan para el gigante siderúrgico. Un centenar de ellos podrían ser regulados o tener que tomarse días de vacaciones, compensatorios u otro tipo de medidas durante los siete días en los que esté parado el tren de bandas en caliente (TBC) y el taller de cilindros.

Los afectados serán los empleados de las auxiliares que trabajan en tareas de producción en estas instalaciones, según señalaron fuentes sindicales, que aseguran que entre los que se dedican a labores de mantenimiento el impacto será mínimo. "Lo que está claro es que el ajuste va a tocar seguro a las auxiliares", señaló el secretario de Política Sindical de UGT-FICA en Asturias, Javier Campa. "Ahora lo importante es que esto no se cronifique, que se quede en algo coyuntural y que los ajustes no vayan a más". Por su parte, el responsable de CC OO en Industria Auxiliar, Antonio Lueje, apuntó que entre la plantilla de esas empresas "hay bastante preocupación". "Esperemos que con este ejuste sea suficiente", apunta.

Por si las moscas algunas de las compañías auxiliares ligadas a la siderúrgica han abierto negociaciones con sus respectivos comités de empresa para tratar de poner en marcha expedientes de regulación de empleo (ERE) de los que poder tirar en el caso de que la situación vaya a peor. "Cogerse días de vacaciones y compensatorios está bien, pero eso tiene un límite. Hay que ver como resolvemos esta situación", señaló Lueje. Las grandes (como Daorje) ya tiene regulaciones de empleo activas por lo que pueda ocurrir.

El tren de bandas en caliente, que la multinacional tiene previsto parar en junio, es una de las instalaciones claves de la planta de Arcelor en Avilés. Este taller suministra directamente a algunas de las líneas acabadoras asturianas además de a otras plantas del grupo en España como la de Echévarri en Vizcaya o la de Sagunto en Valencia, con lo que aguas abajo, los sindicatos estiman que algunas de estas instalaciones pueden sufrir recortes en los próximos días. El caso es que el TBC fue una de las instalaciones de Arcelor que durante el año pasado batió su récord histórico de producción. Llegó a hacer 3,4 millones de toneladas.