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Huelga de guarderías

Una maestra de infantil: "Ni estamos valoradas ni estamos bien pagadas"

Lucía Viso, trabajadora de una guardería de Madrid, habla de la precariedad del sector que les ha llevado a la huelga: "La mayoría no llegamos al salario mínimo"

Trabajadoras en huelga ante el Congreso el pasado martes. EP

Casi la mitad de las educadoras infantiles de España, un total de 80.000, sobreviven cada mes con un sueldo precario que no llega al mínimo interprofesional. Entre 930 euros brutos mensuales son lo que reciben por su trabajo, algo que se ha terminado de confirmar este mismo miércoles con la firma del XII Convenio Colectivo de Centros de Asistencia y Educación Infantil de 0-3 años, abalado por la patronal de la educación privada y concertada y los sindicatos UGT, USO y FSIE. Tras 8 años con los sueldos congelados las educadoras y maestras han visto como ninguno de sus ruegos se cumplen y se han lanzado a las calles en contra de la decisión.

"A la mayoría de nosotras lo único que nos mantiene en este trabajo es que tenemos mucha vocación", dice una de las afectadas

Así pues, son muchas las que han decidido alzar la voz contra una situación que califican de "abandono". "Nuestro principal problema es que tenemos las mismas condiciones desde hace más de siete años", explica Lucía Viso, que trabaja en un centro en la ciudad de Madrid. "Año tas año venimos desempeñando una laboral muy importante a nivel educativo y nuestros sueldos están congelados. La mayoría de nosotras no llegamos al salario mínimo y cuando es así es a través de complementos metidos en el salario base", añade.

La creencia de que la mayoría de estos profesionales son técnicos es algo que Viso también deja de lado. "Nosotras somos maestras y educadoras. Yo, en concreto, soy maestra con doble titulación en Educación Infantil y lengua extranjera", sentencia. Según la joven de 28 años, que ya lleva 8 en su trabajo, "a la mayoría de nosotras lo único que nos mantiene en este trabajo es que tenemos mucha vocación, pero ya conozco gente que ha decidido dejarlo porque no podía vivir con este sueldo".

RETRIBUCIONES CONVENIO

  • Educadora: 2019 - finalizar el año con un salario base de 925€, sin CE. 2020 - 1,5% desde el 1 de septiembre. 2021 - 1% desde el 1 de septiembre.
  • Maestras, directora gerente, subdirectora, directora pedagógica, titulada superior y titulada media:2019 - 2% en dos tramos. 1% desde el 1 del mes siguiente a la publicación + 1% desde el 1 de septiembre. 2020 - 2% desde el 1 de septiembre. 2021 - 1% desde el 1 de septiembre, revisable al alza según IPC.

Una premisa que se viene repitiendo históricamente en muchos sectores laborales y que las trabajadoras de guardería también sufren de primera mano. Tras la firma del convenio regulador este miércoles, FSIE destacaba, en un comunicado, que "con este convenio se rompen 7 años de congelación salarial". Aunque la realidad es que esa subida supone un 5,54% del sueldo. "Ni estamos valoradas ni estamos bien pagadas tras haber invertido muchos años y mucho dinero en esto", reconoce Viso, que asegura que "no se nos da importancia, no se nos considera parte de la comunidad educativa".

"Servicios mínimos abusivos"

El convenio en cuestión afecta tanto a los centros privados como a los de gestión indirecta, es decir, centros de las Administraciones educativas pero con cesión a una entidad privada. "Afecta a las escuelas privadas o gestionadas por una empresa que solo cuenta con educación de 0 a 3 años, a centros exclusivos para esta edad", corrobora Pedro Ocaña, secretario de Servicios Socieducativos en CCOO. "Dentro de estos centros, el 80% de los trabajadores tienen categoría de educadores, el 10% de maestros y el otro 10% no tienen titulación", destaca.

"En los dos años que quedan para la revisión del convenio tenemos que trabajar para ser más fuertes y conseguir más representación en la negociación"

Pedro Ocaña - Secretario de Servicios Socieducativos en CCOO

"Desde hace mucho se da la creencia de que trabajamos en lugares donde cuidamos a niños y nosotroas queremos dejar claro que nuestra labor no es esa, que educamos. La etapa de 0 a 3 años es el inicio de la educación de un niño, la más importante para su futuro".

"Hay que "hacer una labor de concienciación de las propias administraciones, ya que las comunidades autónomas tienen competencias para regular", señala Ocaña

Tanto él como Viso aseguran que, más allá de la precariedad de los sueldos, también hay una gran precariedad laboral. "En Madrid los servicios mínimos durante la huelga fueron abusivos. La ratio para la etapa de 3 años era de 50 niños por una educadora, para los de 1 a 2 de 26 por una educadora y para los bebés había hasta 16 por trabajadora", asegura Viso, que tuvo que realizar también servicios mínimos pese a secundar la huelga. "Ninguna persona puede hacerse cargo de todos estos niños y darles la atención que necesitan o cubrir todas sus necesidades", dice la joven.

Algo que desde Comisiones Obreras también han puesto sobre la mesa al negarse al firmar el convenio, y eso que cuentan con el 42% de poder dentro de la mesa de negociación, mucho, pero menor al del resto. "Las educadoras trabajan 38 o 32 horas y no tienen tiempo de nada, ni de coordinar ni de atender a padres. En muchas ocasiones se tienen que llevar el trabajo a casa", afirma Ocaña que añade que durante los próximos dos años y medio que quedan para la revisión del convenio, "nos encargaremos de trabajar para ser más fuertes y conseguir más representación en la mesa. Hay que ser más. Aglutinar a todas estas trabajadoras desencantadas".

Además, Ocaña cree que hay que "hacer una labor de concienciación de las propias administraciones, ya que las comunidades autónomas tienen competencias para regular y repercutir en las condiciones de las trabajadoras". En palabras del secretario sindical, "hay que concienciar de que estas trabajadoras no solo se dedican a una labor de guardar y cuidar, sino que son profesionales con labor educativa". "Hay que presionar a la administración", recalca.

Según Viso, lo que hay que hacer es seguir pidiendo "otras condiciones de trabajo con ratios normales, una conciliación lógica para las mujeres -la mayoría del sector- y un mayor apoyo al personal". Según ella, "se aprovechan de nuestra vocación y nosotras no tenemos por qué dejar nuestro trabajo". A lo que Ocaña añade que "seguiremos luchando con nuevas huelgas y concentraciones"

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