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La siderurgia pide una negociación en el G20 para salvar el sector europeo

La sobrecapacidad mundial de fabricación (550 millones de toneladas, la mitad en China) está en la raíz de la crisis que afecta al acero asturiano

La siderurgia pide una negociación en el G20 para salvar el sector europeo Miki López

La crisis de la industria europea del acero, que ha provocado recortes temporales en la siderurgia asturiana y encendido las alarmas sobre su futuro, tiene un origen global: el exceso de capacidad de producción que acumulan principalmente países como China, Rusia o Turquía, según ha subrayado Eurofer, patronal del sector en la UE. Su dirección, encabezada por Geert Van Poelvoorde, ejecutivo de ArcelorMittal, está demandando que se intensifiquen los trabajos en el G20 (club de las mayores economías del mundo) para que tales países "dejen de acumular" sobrecapacidad industrial, a menudo sujetada por subsidios estatales.

"El exceso de capacidad global es la raíz de los desafíos que enfrenta el sector de la UE", señala Eurofer en una comunicación reciente en la que también valora los ajustes realizados este mes por la Comisión Europea para mejorar la estrategia de defensa comercial del acero comunitario (medidas de salvaguardia, con la aplicación aranceles sobre los productos de origen foráneo cuando se supera un determinado nivel de importaciones). "Por sí sola, la salvaguardia no es suficiente", remarca Axel Eggert, director general de Eurofer.

"La sobrecapacidad mundial todavía está muy por delante del crecimiento de la producción. Necesitamos ver más trabajo sobre este asunto fuera de Europa y también esfuerzos dentro para evitar los efectos en el mercado de la UE", añade el directivo. El llamamiento está dirigido a un foro que desde 2016 se creó por acuerdo de los líderes del G20 para vigilar la evolución de la capacidad de producción mundial de acero y negociar compromisos de reducción donde sea necesario y de eliminación de subsidios públicos que distorsionen la competencia.

Pese a ciertos avances en estos años para ajustar la producción en los países con mayores excedentes, la combinación de la sobrecapacidad que sigue existiendo, de los efectos de la escalada proteccionista de EE UU (aplicación desde 2018 aranceles sobre las importaciones de acero) y del debilitamiento de la demanda doméstica tiene contra las cuerdas a la industria siderúrgica comunitaria. "Los márgenes comerciales de los productores prácticamente han desaparecido, remarcó Eggert.

El exceso mundial de capacidad de fabricación de acero se ha estimado en 550 millones de toneladas, equivalentes al 25% de la producción de 2018. Casi la mitad de ese excedente (unos 250 millones de toneladas) corresponde a China, más que todo el acero que la UE fabrica cada año.

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