Alargar el periodo de consultas del expediente de regulación de empleo a cambio de que se negocien las condiciones de los despidos. Esa ha sido la última oferta que ha puesto sobre la mesa la multinacional Vesuvius ante la presión de las administraciones y de la plantilla, que le exigen más tiempo para buscar una nueva vida -probablemente a través de un inversor alternativo- a la planta que la compañía tiene en Riaño (Langreo), ya que el grupo británico no deja de manifestar por activa y por pasiva su intención de cerrar y abandonar Asturias. La negociación va contra reloj porque el plazo de consultas finaliza el lunes, a las doce de la noche, y por el momento no hay visos de entendimiento. Ayer, varias horas de conversaciones entre la dirección de la empresa y el comité de empresa terminaron sin acuerdo y con las posturas, aparentemente, muy alejadas.

Los sindicatos habían propuesto a la compañía cambiar los despidos por un expediente de regulación temporal (ERTE) de un año de duración para afrontar las dificultades de mercado y capacidad que dice tener la empresa. Pero Vesuvius lo rechazó tajantemente. Entiende la compañía que "esa medida no resuelve los problemas estructurales que está sufriendo la industria del acero europeo, concretamente el exceso de capacidad instalada que obliga a los proveedores como Vesuvius a ajustar sus capacidades en función de la producción y la demanda de acero dentro de la Unión Europea (UE)". Lo que sí puso sobre la mesa la multinacional fue una nueva oferta mejorada para los despidos del personal de la planta, que el comité volvió a rehusar.

El secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano, señaló: "Les hicimos una propuesta que pasa por una regulación temporal durante un año; es un tiempo en el que se podría ver la evolución del mercado siderúrgico". Y añadió: "Las únicas medidas que nos están ofreciendo son las de despidos, sin alternativas". Para hoy, domingo, no está previsto que los sindicatos y la empresa se vuelvan a ver las caras, al menos de forma oficial. Será una jornada de impasse. Las negociaciones del expediente de regulación de empleo se retomarán el lunes. Será la última oportunidad para saber si la empresa alarga el periodo de consultas y se gana tiempo o todo acaba saltando por los aires, sin pacto, y los despidos siguen adelante.

El Principado se reafirmó ayer en su intención de poner en marcha una mesa técnica para mantener el tejido industrial y el empleo en la factoría de Vesuvius. La directora general de Industria, Rosana Prada, señaló que "a pesar de que no hay justificación alguna para el cierre y el traslado de la producción a Polonia, la República Checa y Turquía, decisión que la empresa mantiene, la situación entra ahora en una nueva fase con la puesta en marcha de una mesa técnica para estudiar alternativas industriales". Eso sí, el comienzo de esas reuniones está condicionado a que la multinacional acepte alargar el periodo de consultas del ERE. Prada aseguró que la situación que viven los empleados, amenazados de despido, "es una consecuencia de la reforma laboral de 2012" (aprobada por el PP).

Mientras tanto, en la plaza de la catedral de Oviedo cientos de personas se manifestaron en apoyo a la plantilla y a los tres empleados encerrados en el templo. Allí, megáfono en mano, el presidente del comité de empresa, José Manuel Suárez Baragaño, pidió a "los políticos que presionen a la compañía para que se retiren los despidos". Dentro de la Catedral, unas horas antes, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, había señalado que está "a muerte con los trabajadores" de la multinacional. Y el deán del templo, Benito Gallego, aseguró: "Tenemos el deber de apoyar espiritualmente a estos trabajadores y a sus familias".