Vesuvius abrió ayer una pequeñita ventana de esperanza para los 111 trabajadores de su planta de Riaño (Langreo), sobre la que pende la amenaza de cierre y para la que está negociado un expediente de regulación de empleo (ERE) que supone la extinción de la mayoría de los contratos laborales. Francisco Lorenzo, director general de la multinacional en España y Francia, se comprometió a estudiar una posible vía de salida para que la actividad fabril de la planta no eche el telón tras la marcha de Vesuvius. El paso es corto, pero hasta ahora la compañía no se había movido ni un milímetro en su idea de cerrar e irse de Asturias (manteniendo solo una pequeña oficina comercial) sin buscar ninguna alternativa para su planta. Ante la eventualidad de que Vesuvius acepte finalmente esta vía, el Principado aseguró que ha iniciado ya la exploración de potenciales inversores.

El Ministerio de Industria, el Gobierno del Principado, los ayuntamientos de Langreo y de Miranda del Ebro y los sindicatos arrancaron a los directivos de la multinacional el citado compromiso en la segunda cita de una mesa de negociación sobre el futuro de la fábrica en la que esta vez sí que participó la empresa. En el primer encuentro, celebrado el pasado lunes, solo habían acudido representantes de una consultora externa, lo que destapó las críticas de las administraciones y de los trabajadores. La herida seguía abierta ayer. "Hoy por lo menos la empresa se ha presentado, que ya es un primer paso e importante", señaló la directora general de Industria del Principado, Rosana Prada. Tras ese recado, Prada reconoció que el resultado del encuentro había sido productivo. "La compañía se ha comprometido a participar en una mesa técnica para analizar las posibilidades de continuar con el tejido industrial en Langreo y Miranda del Ebro. En las próximas horas esperamos que nos traslade cuál será el calendario de las reuniones", señaló.

Pero para que esas discusiones se activen será fundamental que Vesuvius acepte alargar el periodo de consultas del ERE que está negociando con el comité de empresa o que directamente lo paralice. El plazo en vigor, de un mes, finaliza a medianoche del próximo lunes. "Se le ha pedido de todas las maneras posibles que paralice el ERE o que alargue los plazos por lo menos y también es algo que va a considerar la empresa", señaló Prada. La respuesta de Vesuvius, que ayer rechazó hacer comentarios, llegará probablemente hoy. De hecho, esta mañana la dirección y los sindicatos tienen previsto volver a reunirse en la sede del Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos (Sasec).

Lo que se analizaría en esas futuras reuniones, de llegar a producirse, sería qué salida se le podría buscar a la planta de Vesuvius en Riaño. Caben todas las posibilidades. Y el Principado está abierto a escuchar ofertas. "Se verá cómo mantener el tejido industrial, si es en la misma actividad o en otra", señaló Rosana Prada. Una opción sería una venta, tal y como ocurrió meses atrás con la fábrica de Alcoa en Avilés, pero no se cierra la puerta a otro tipo de alternativas como una cesión de los terrenos y las instalaciones. "El planteamiento de Vesuvius sigue siendo claro a día de hoy, y pasa por irse y desvincularse de Asturias. Pero se van a analizar todas las vías", apuntó Prada. El Principado ya está haciendo una primera exploración del mercado en busca de posibles inversores. "Alguno podría haber, pero es algo que no podemos adelantar porque no hay nada en firme", señaló.

En la reunión, el Gobierno central estuvo representado por el secretario general de Industria del Ministerio del ramo, Raúl Blanco, que al salir era pesimista sobre la situación, aunque matizaba que "se están buscando alternativas". Blanco, por problemas de agenda, solo estuvo una hora en el encuentro, que se alargó aún un par de horas más. "La propuesta del Gobierno nacional es mantener la capacidad industrial y laboral y en esa línea se está trabajando", dijo. En el encuentro participaron también el consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández; el primer teniente de alcalde de Langreo, Javier Castro; la alcaldesa de Miranda de Ebro, Aitana Hernando, y representantes del comité de empresa.

Como portavoz de la plantilla intervino José Manuel Casado, responsable de política industrial de la Federación estatal de Industria de CC OO: "Se van a evaluar todas las posibilidades para poder mantener la actividad industrial. Nosotros lo que queremos es mantener el empleo y la producción. Queremos buscar cualquier tipo de solución, como, por ejemplo, alguna similar a la que llegamos en el caso de Alcoa o en el de Vestas (en León)", dijo.

El secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Afines (Fica) de UGT, Jenaro Martínez, mostró su solidaridad con los trabajadores y denunció la decisión de Vesuvius de "cerrar injustamente" y "de manera trilera" las fábricas de Langreo y Miranda de Ebro.