La asamblea de trabajadores de la planta de Vesuvius en Riaño (Langreo) aprobó por abrumadora mayoría -votó a favor el 99,9%- la última propuesta de la multinacional para aplicar una regulación de empleo que conllevará el despido de 85 trabajadores de la factoría. Eso sí, arrancaron a la empresa el compromiso de sentarse en una mesa de negociación (en la que también estará la administración regional, la central y el comité de empresa) para buscar una alternativa industrial para las actuales instalaciones. Muy probablemente alejadas de la actividad fabril que hasta ahora se desarrollaba en ellas (fabricaban sistema de refrigeración para empresas siderúrgicas) y bajo otra marca. Lo que no está claro es si se hará bajo otro dueño, aunque en la mesa se explorarán todas las posibilidades.

Pese al acuerdo, los tres trabajadores que desde el miércoles de la semana pasada permanecen encerrados en la catedral de Oviedo continuarán allí dentro hasta que se conforme esa mesa de trabajo. Con esta maniobra los trabajadores tratan de que la mesa de negociación en la que se buscará una alternativa a la actividad en Riaño se conforme lo antes posible y se pueda buscar una nueva actividad para la planta.

No obstante, los despidos se harán efectivos a partir del 31 de octubre a la espera de que en la actual planta habite una nueva actividad. Las condiciones de las salidas, señaló el secretario general de la Federación de Industria de CC OO, Damián Manzano, "estarán en el límite del reconocimiento de despido improcedente". Es decir en el pago de 45 días por año trabajado.

Para esta tarde está prevista una nueva concentración en apoyo a los trabajadores que permanecen encerrados dentro de la catedral. Será a partir de las siete de la tarde. "Ellos se ven con fuerzas para seguir", recalcó Manzano. Eso sí, los tres trabajadores levantarán a partir de hoy la huelga de hambre que mantenían desde ayer por la mañana.