La dirección de Arcelor-Mittal y los sindicatos UGT, USO y ACIAA, que suman el 62,29% de la representación laboral en las dependencias asturianas de la compañía siderúrgica, alcanzaron ayer por la tarde un preacuerdo sobre el convenio colectivo para los 5.419 trabajadores de la multinacional en el Principado para el periodo 2019-2021. El principio de acuerdo, al que se opusieron CC OO y CSI (ambos aglutinan el 37,7% restante de la representatividad), será sometido a referéndum de la plantilla los días 4 y 5 de noviembre.

El preacuerdo, que llegó "in extremis" (a punto de agotarse el plazo de la ultraactividad del anterior pacto laboral, que vencía la pasada medianoche), introduce un aumento salarial del 0,5% para este año (se mantiene el estancamiento de la retribución fija pero la empresa garantiza el abono de medio punto en la remuneración variable) y se incorpora la recuperación aplazada de la inflación real durante el ejercicio: el 50% del IPC real de 2019 se abonará en 2020 y la otra mitad, en 2021. El 0,5% se abonará, a la firma del convenio, con carácter retroactivo desde el 1 de enero.

Para 2020 y 2021 se plantean sendas subidas equivalentes al IPC real de cada ejercicio más subidas variables del 0,5% en 2020 y 1% en 2021, consolidables y vinculados a objetivos de reducción de plantilla. En estos dos ejercicios se abonará a cuanta un adelanto del 1%, que luego se ajustará al alza o a la baja, según el dato definitivo del IPC real.

La jornada laboral se reducirá en ocho horas en 2020 y en otras ocho en 2021 para las jornadas normal y normal partida, y se compensará las jornadas a recuperar de quienes trabajan en el sistema 3T5 (cinco equipos a tres turnos).

El documento recoge, entre otros aspectos, los contratos-relevo ligados a procesos de reorganización y optimización de recursos, remuneración de los eventuales equivalentes al 90% del salario durante el primer año de contratación, conversión en indefinidos de 250 contratos eventuales, y siete tandas de vacaciones en 2020 y 2021, con un complemento por fraccionamiento de estos periodos de descanso de 360 euros en 2019 y que se incrementará con las subidas salariales pactadas para el resto de los dos años de vigencia del convenio.

La empresa compromete las inversiones anunciadas por 150 millones en las plantas asturianas, la aplicación de los contratos-relevo a unos 800 trabajadores en el periodo (hasta los nacidos en 1961) y, entre otras medidas sociales, se creará una mesa de trabajo para mejorar las cobertura del seguro colectivo, reducir la jornada de verano (de partida a continua) y abordar el teletrabajo y la desconexión digital.

En plenas tensiones por la complicada situación del mercado siderúrgico europeo y su impacto en las instalaciones asturianas (fundamentalmente las de productos largos, en Gijón, las más vulnerables, y sobre las cuales hoy se retomará la negociación para intentar salvar el tren de alambrón), la compañía juzgó "positivamente" el preacuerdo a la espera del resultado del referéndum. UGT dijo que es un acuerdo "justo" desde el punto de vista social y económico y con avances y mejoras en todos los aspectos. USO indicó que el documento atiende "muchas de las peticiones de casi todos los colectivos" y que en los aspectos general, es "aun es similar" al del fracasado acuerdo-marco, "aporta mejoras y avances". ACIAA, aunque ve "ridícula" la subida del 0,5% en 2019, destacó como conquista el fin de la "discriminación" del personal con contrato individual y que pase a gozar de los mismos incrementos salarios que los llamados de convenio. CC OO lo rechazó como "burda engañifa" y "claramente insuficiente". Y CSI sostuvo que "roza la burla" a la plantilla y que el "referéndum estará totalmente condicionado" por la "política del miedo".