El recorte de costes que la multinacional siderúrgica Arcelor-Mittal negocia para su división de productos largos, en la factoría de Gijón -el área de negocio más vulnerable a la crisis europea del acero, según el grupo- conllevará, según la propuesta comunicada esta mañana por la dirección a los sindicatos la reducción de uno de los cinco equipos de personal que atienden la acería de Veriña, lo que entrañará una merma de unos 44 empleos en esta instalación. La compañía no precisó cuál será el tratamiento de este excedente laboral, que se negociará a partir del martes.

Además, y como consecuencia del ajuste de personal, Arcelor planteó concentrar más las minitandas de vacaciones de las temporadas de descanso en la acería, agrupándolas en un periodo más reducido de tiempo. Las de la próxima temporada navideña se concentrarían desde el 22 de diciembre hasta el 1 de enero.

La negociación del cambio y reducción del sistema de turnos se llevará a cabo, como ya ocurrió en el caso del tren de alambrón, mediante un periodo oficial de consultas entre empresa y sindicatos dado que entraña un cambio sustancial de las condiciones de trabajo. La mesa negociadora se constituirá el martes y se prolongara durante un periodo máximo de 15 días naturales. Los sindicatos convocaron una asamblea de los trabajadores de la acería gijonesa para el próximo jueves. La empresa no explicó si recolocará al personal en otras instalaciones o hará recorte de plantilla

La acería de Veriña es un punto neurálgico del proceso productivo, intermedio entre los hornos altos y las instalaciones de transformación y acabado, y la empresa había apuntado ya a esta instalación como una de las causas de la pérdida de competitividad de los productos largos del complejo fabril asturiano en el contexto de sobrecapacidad de acero en Europa, invasión de producto extracomunitario a bajo precio y sin penalización por emisiones contaminantes, el estrechamiento de márgenes como consecuencia del abaratamiento del acero y sus derivados mientras se encarecen materias primas como el mineral de hierro y la mayor competitividad en este momento de los hornos eléctricos (que parten de la chatarra como materia prima) frente a las acerías tradicionales. A consecuencia de estos factores negativos, la empresa está realizando paradas temporales de actividad en sus plantas asturianas y ha comenzado a negociar con las centrales sindicales un plan de competitividad específico para la división de largos.