La multinacional siderúrgica ArcelorMittal suprimirá uno de los cinco equipos de personal que atienden a la acería de su factoría de Veriña, lo que entrañará la reducción de unos 44 empleos en esta instalación. La compañía no precisó si recolocará a este personal en otras actividades de sus factorías asturianas o si planteará mecanismos de salida para el personal excedente. La dirección, que comunicó ayer la decisión a los sindicatos, ha convocado para el próximo martes la constitución formal de una mesa de negociación en la que precisará el tratamiento que pretende para los trabajadores afectados.

La reducción de empleo en la acería gijonesa se inserta en el plan de viabilidad que la compañía postula para su división de productos largos, en la factoría de Gijón, que es el área de negocio más vulnerable a la actual crisis europea del acero y cuya situación, en razón de su baja competitividad, fue calificada por ello en los últimos meses de "crítica" por la dirección del grupo.

El ajuste para la acería, y que sigue al que ya se aplicó en el taller de alambrón, consistirá en la supresión de uno de los cinco equipos que trabajan a tres turnos en la planta. La acería cuenta con una plantilla de 330 personas, de las que 265 están asignadas al sistema de relevos. La reducción planteada supondrá un recorte de casi el 13% sobre el total del personal de la instalación y del 16% sobre el colectivo de producción que trabaja a turnos.

A diferencia de lo ocurrido en el tren de alambrón, donde se planteó un ajuste por la caída de pedidos, en la acería gijonesa el objetivo de la empresa es mantener el mismo volumen de producción pero con menos personal para bajar sus costes. Para pasar de cinco a cuatro equipos trabajando con el mismo número de turnos, la empresa propuso ayer una reorganización de descansos con una mayor concentración de las mini-tandas de vacaciones de la acería, agrupándolas en un periodo más reducido de tiempo. La compañía anunció su intención de que la próxima temporada navideña se concentre entre el 22 de diciembre y el 1 de enero.

La negociación de la supresión de empleos en la acería y reducción del sistema de turnos, en tanto que entraña una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, se abordará, como ya ocurrió en el caso del tren de alambrón, mediante un periodo oficial de consultas entre empresa y sindicatos que se prolongará durante un periodo máximo de 15 días naturales a partir del martes. Los sindicatos convocaron una asamblea de los trabajadores de la acería gijonesa para el próximo jueves para informar y debatir sobre la situación.

La acería de Veriña es un punto neurálgico del proceso productivo, intermedio entre los hornos altos y las instalaciones de transformación y acabado, y la empresa había apuntado ya a esta instalación como una de las causas de la pérdida de competitividad de los productos largos del complejo fabril asturiano en el contexto de sobrecapacidad de acero que existe en Europa, invasión de producto extracomunitario a bajo precio y sin penalización por emisiones contaminantes, el estrechamiento de márgenes como consecuencia del abaratamiento del acero y sus derivados así como por el encarecimiento simultáneo de materias primas como el mineral de hierro, y la pérdida de competitividad en este momento de las acerías tradicionales frente a los hornos eléctricos, cuya materia prima, la chatarra, tiene ahora un precio más ventajoso. A consecuencia de estos factores negativos, la empresa está realizando paradas de actividad y regulaciones temporales de empleo en sus plantas asturianas, incluidos sus servicios centrales. La parada o menor actividad de algunas instalaciones obedece también en algunos casos a obras por ejecución de inversiones programadas.