El Gobierno concederá ayudas para compensar el cierre de las centrales de carbón, al igual que hizo con la clausura de las minas. Eso sí, las cuantías de estos "fondos de las térmicas" son muy inferiores a las de los "fondos mineros". Este año habrá 7 millones a repartir entre los municipios donde las centrales dejen de quemar mineral. De momento, en Asturias son las térmicas de Lada (Langreo) y Narcea (Tineo).

El Ministerio para la Transición Ecológica publicó ayer la orden por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas a proyectos de entidades locales afectadas por el cierre de centrales de carbón dentro de los compromisos de "transición energética justa" del Gobierno. Los proyectos -cuya inversión debe superar los 25.000 euros y el máximo subvencionable no puede superar el millón- tendrán que ser presentados por los municipios y deberán tener como finalidad crear empleo sostenible, incentivar la implantación e impulso empresarial, y fomentar la formación, la modernización y la innovación tecnológica. La orden ministerial establece que serán objeto de ayuda los municipios vinculados a las centrales de carbón cuyas direcciones hayan obtenido la autorización para cerrarlas en los últimos doce meses, la hayan solicitado o hayan manifestado la voluntad de hacerlo. En esa situación están las centrales de Lada y Narcea en Asturias; las de Anllares, Compostilla, La Robla y Velilla en Castilla y León; las de Meirama y As Pontes en Galicia; las de Litoral y Puente Nuevo en Andalucía, y la de Andorra en Aragón. A ellas podrían sumarse en un futuro, según la orden, las centrales de Soto de Ribera y Aboño en Asturias, la de Litoral en Andalucía y la de Es Murterar en Baleares.

Para evitar que se produzca una excesiva concentración de las ayudas en un mismo municipio, se establece un límite de subvención máxima por municipio de tres millones. Las ayudas financiarán hasta el 75% de los coste de los proyectos.

Por otro lado, los puntos de conexión y evacuación eléctrica y las concesiones de agua que estaban destinadas a refrigerar centrales eléctricas que se cierren se destinarán, prioritariamente, a los solicitantes que destinen su inversión a crear empleo en la zona donde se cierren esas plantas, según el decreto aprobado ayer en Consejo de Ministros.