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Liberbank y Unicaja, pendientes de unos accionistas con intereses heterogéneos

Oceanwood ya supera en el banco asturiano el periodo medio habitual de permanencia y la fundación malagueña debe reducir su peso por ley

Liberbank y Unicaja, pendientes de unos accionistas con intereses heterogéneos

Las eventuales conversaciones que podrían estar manteniendo algunos accionistas de Liberbank y de Unicaja Banco para explorar un posible nuevo intento de fusión nuevo intento de fusión entre ambas entidades (tras el fracaso en mayo de las negociaciones que desde la segunda mitad de 2018 afrontaron las dos entidades financieras con carácter institucional) constituye la segunda operación de posible integración del banco de origen asturiano que se plantea este año como un diálogo entre inversores y no entre órganos corporativos de los grupos implicados. El pasado febrero se dio carpetazo a otra negociación en la que Abanca, tras fracasar en 2017 con una oferta directa a Liberbank, mantuvo conversaciones muy avanzadas con algunos accionistas de Liberbank.

Tanto Unicaja Banco y como Liberbank reúnen accionistas con perfiles disímiles. En ambas entidades conviven inversores con vocación de permanencia (casos de las fundaciones bancarias), socios a medio o largo plazo (grupos familiares con estrategias habitualmente estables) y accionistas con un marchamo muy financiero y más propensos por su propia naturaleza a realizar plusvalías o a forzar operaciones que revaloricen sus posiciones, con independencia de que una fusión que satisfaga las expectativas de los dos bancos y les permita ganar tamaño y generar sinergias, con la consiguiente mejora de los ratios de rentabilidad, pudiera ser beneficiosa para todos los partícipes en el capital y apoyada por ello de forma amplia por el grueso del accionariado.

En el epígrafe de los socios financieros se encuadran fundamentalmente Oceanwood (accionista de Liberbank), Norges Bank (presente en Liberbank y Unicaja) y Fidelity Management (FMR) y Santander Asset Management (ambos, en Unicaja).

La gestora británico-maltesa Oceanwood de fondos de inversión, fondos de inversión libre y fondos de pensiones es el mayor propietario de Liberbank a título individual (posee el 17,52% del banco, 1,38 puntos más que la Fundación Bancaria Cajastur) y el segundo en la práctica, dado que las fundaciones bancarias Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, que tienen sindicadas sus acciones y operan como un solo grupo, controlan el 24,3%.

Oceanwood entró en Liberbank en mayo de 2013, hace seis años y medio, por lo que ha superado el periodo habitual de permanencia en una misma compañía (cinco años) de este tipo de inversores. Norges Bank (la gestora del fondo estatal de Noruega) supera ligeramente el 3% en cada uno de ambos bancos, mientras que la estadounidense Fidelity suma el 3,71% de Unicaja y Santander Asset Management, el 4,94%.

La Fundación Bancaria Unicaja (la antigua caja de ahorros malagueña) controla el 49,6% del banco andaluz pero tiene el compromiso de reducir su peso antes de fin de 2020 por debajo de la posición de dominio para cumplir con los requerimientos regulatorios que penalizan a las antiguas cajas de ahorros. Esto le obligará a bajar su participación por debajo del 40%, tal y como anunció el 16 de mayo de 2017. Una fusión le permitiría diluir su peso para cumplir con la norma sin necesidad de vender casi el 10% del banco, lo que podría penalizar la cotización.

El mexicano Ernesto Tinajero y el grupo asturiano Masaveu (con el 7,14% y 5,68% de Liberbank) y la familia malagueña Domínguez de Gor (titular del 5% de Unicaja Banco a través de Indumenta Pueri) integran un tipo de accionariado predispuesto en principio a perseverar en sus posiciones y que podrían apoyar una fusión si aporta valor.

El intento de de unión de Liberbank y Unicaja Banco fracasó en mayo por el reparto accionarial. Existía además la creencia generalizada de que el Banco Central Europeo (BCE) impondría su exigencia habitual de que la entidad resultante tuviese una ratio de solvencia al menos equivalente a la más alta de las entidades fusiones, lo que obligaría a acometer una ampliación de capital. Las dos entidades superan hoy el 13% de capital de alta calidad sobre activos de riesgo (por encima de la exigencia regulatoria del 12%), y el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria, desmintió el día 13 que se vayan exigir ampliaciones de capital a las futuras fusiones: "Nuestro objetivo es apoyar en vez de desalentar", señaló. La prolongación de los bajos tipos de interés y la desaceleración siguen presionando a los bancos.

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