El Banco Santander ha culminado mediante bajas voluntarias la supresión de 3.069 empleos de los 3.223 previstos con el último plan de ajuste laboral que pactó con los sindicatos para eliminar redundancias en oficinas tras la absorción del Popular. En Asturias, según fuentes sindicales, han causado baja algo más de 70 personas. Con anterioridad, el Santander ya había aplicado otro ERE en los servicios centrales.

Aunque este ajuste se planteó mediante adhesiones voluntarias, UGT denunció ayer que "prácticas abusivas" para lograr la voluntariedad" de forma "forzosa".

El sector financiero español ha suprimido en una década (desde la crisis de 2008) 90.000 empleos, equivalentes al 30% de los trabajadores con que contaban entonces, y 20.000 oficinas.