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JORGE BARRERO | Director general de Cotec

"Habría que desligar las políticas de atracción del talento de las de retorno de los emigrantes"

"Nadie vive como un drama que un deportista asturiano triunfe en el extranjero, ¿por qué ha de serlo si el que lo hace es un científico?"

Jorge Barrero. COTEC

Jorge Barrero Fonticoba (Oviedo, 1975) pasó su infancia en la periferia de la periferia: en Ibias. Hoy ocupa un puesto central en la promoción de la innovación en España como secretario general de la Fundación Cotec. Bioquímico y experto en transferencia tecnológica, fue jefe de gabinete del Ministerio de Ciencia e Innovación cuando la cartera la llevaba Cristina Garmendia, actual presidenta de Cotec.

- ¿Qué posición ocupa Asturias en el mapa español de la innovación?

-Es una magnitud muy difícil de medir. En la Fundación Cotec entendemos la innovación como todo cambio basado en el conocimiento que genera valor, y no sólo económico. Con ese sentido amplio es muy difícil de medir la innovación en Asturias o en cualquier lugar.

- Pero suelen difundirse muchos rankings.

-La aproximación que se hace de la innovación siempre es muy parcial. Si analizamos la I+D, es decir, la ciencia, que no es la única fuente de conocimiento de la innovación pero si una de las más importantes, hay que decir que en general hay que darle un tirón de orejas a España porque hizo una gran apuesta en la primera década de este siglo, que nos permitió recortar mucho el retraso histórico, pero se vino abajo con la crisis y a diferencia de otros países la recuperación ha tardado mucho en llegar.

- ¿Y en Asturias?

-Está invirtiendo en I+D el 0,8% del PIB. Ocupa el puesto 13 de 17, lejos de la media nacional del 1,2% y mucho más del líder, que es el País Vasco con el 1,9%. Esa es la mala noticia, pero la buena es que, por fin, después de muchos años la I+D asturiana ha tocado fondo y se produce un incremento de la inversión. Seguimos, no obstante, por debajo del nivel máximo que se dio en 2010. En España la I+D está muy concentrada y los territorios periféricos como Asturias tienen una dificultad adicional. Se lo digo yo, que soy de Ibias. Si Asturias está aislada, lo que yo viví en la infancia es la leche porque tardaba tres horas en llegar a Oviedo.

- Aún así Asturias cuenta con centros de innovación de referencia internacional.

-Tienen mucho mérito los casos de los centros globales de Thyssenkrupp Elevator o de Arcelor-Mittal, pero también tener polos de excelencia científica en la propia Universidad de Oviedo. Allí hay grupos a muy buen nivel que son islotes de excelencia.

- Esa excelencia contrasta con los bajos índices de I+D en las empresas. ¿A que se debe la brecha?. ¿No hay un efecto tractor?

-No tengo los datos del ecosistema, pero lo que sí puedo asegurar es que las apuestas de Arcelor y Thyssen, con sus centros globales, ponen en el mapa a Avilés y a Gijón, generan un cambio de marca y, además, me consta que han sido agregadores de capacidades en sus alrededores. No obstante, no podemos cambiar la realidad de un territorio porque haya dos o tres apuestas. Además, la innovación no siempre es tecnológica ni científica y ahí aparecen fenómenos como el de las "startups", donde hay un manejo de los negocios del ámbito digital diferente y eso tiene otras métricas, no aparecen en esas estadísticas de I+D de las que hablábamos.

- ¿Por qué?

-Porque no hacen ciencia, ni falta que hace. Mark Zuckerberg (fundador de Facebook) cambió el mundo y no le hizo falta un doctorado, ni si quiera acabar la carrera. En ese fenómeno Asturias tiene que jugar un papel relevante, es parte de la transición digital. Incluso en empresas tradicionales, y con herramientas no tecnológicas, como pueden ser cambios organizativos, en la gestión, en la comercialización o en el diseño, también se innova y detrás de ello está el crecimiento de muchas pymes y no salen en la foto de la I+D. En esa imagen, que es más amplia y difusa, no sabemos con certeza cómo está Asturias.

- ¿Pero qué intuye?

-Pues que para competir globalmente desde Asturias, donde la logística es compleja y donde se está alejado de los centros de decisión, el que sobrevive es porque lo está haciendo muy bien y el que lo hacen bien normalmente es porque innova.

- ¿Hay relación entre tamaño de empresas e innovación?

-Entre tamaño de empresa e I+D, seguro. Esa parte de la innovación tiene unas exigencias de inversión, equipos o recursos humanos que, muchas veces, son una barrera de entrada para las pymes y de ahí la importancia de generar entornos como los centros tecnológicos. A final esos centros son como cooperativas de I+D. Si hablamos de innovación en sentido más amplio no lo tengo tan claro. Tenemos un estudio que analiza las "empresas gacela", que son las que crecen a velocidades muy superiores a las de la media de su sector, y muchas veces son empresas muy pequeñas pero muy innovadoras, que han cambiado la manera de hacer las cosas en su negocio.

- La tradición industrial de Asturias, ¿es aprovechable para innovar?

-Borges decía que todo lo que le es dado al artista ha de ser usado como arcilla para su obra. Cada territorio tiene que basar en su cultura y en sus fortalezas el modo de innovación por el que quiere apostar. La tradición industrial de Asturias es aprovechable para innovar, sí, pero también puede ser un lastre. Tienes que extraer lo mejor de lo que eres y ponerlo en valor para llegar a lo que quieres ser.

- ¿Por ejemplo?

-En la tradición minera hay factores como la solidaridad o el esfuerzo que son aprovechables y hay otros que son negativos, como haber acabado creando economías basadas en el subsidio. Asturias no va ser Israel ni California en cinco o diez años. Tenemos que construir nuestro propio modelo a partir de lo que somos y lo que queremos ser. A partir de la cultura industrial, minera o incluso de la emigración.

- Innovaciones surgidas en Asturias, como por ejemplo la sidra achampanada, surgieron en sectores tradicionales a partir de tecnologías que ya se utilizaban en otros ámbitos como el médico.

-El mismo conocimiento colocado en un lugar diferente puede tener un mayor impacto que en el original. Hay dos grandes innovaciones que nacen en la cultura minera y que fuera de ella tienen un impacto global y disruptivo, que son la máquina de vapor y el ferrocarril, soluciones planteadas originalmente para resolver problemas mineros, como el bombeo de agua y el transporte con caballos. Hay que tener una mirada diferente, que es la del innovador, para entender las oportunidades. Hay personas que tiene talento para hacerlo, pero también se puede educar.

- ¿Cómo?

-Sin salir de Asturias, Valnalón (en Langreo) es un auténtico referente en la educación para la innovación en nuestro país. Hace 20 años ya hablaban de cosas de las que habla ahora todo el mundo.

- Su cadena de formación de emprendedores.

-Si, con una visión de emprendimiento innovador, de impulso de negocios que cambian las realidades de donde se implantan. Es un modelo que ha sido muy observado y copiado, y seguramente mejorado. De todas formas, no todas las realidades son exportables, es necesario adaptarlas a cada nuevo uso, coger de ellas las partes aprovechables. Es necesario probar. En la política también se debería incorporar el escalado.

- ¿A qué se refiere?

-Cuando Thyssenkrupp quiere hacer un nuevo ascensor o Central Lechera Asturiana quiere lanzar un nuevo sabor de yogur no se pone, de mano, a distribuirlo por todo el mundo. Primero lo prueba en un laboratorio, ensaya la escalabilidad, valora el coste, la seguridad, la eficacia? y si todo va bien se lanza. La política debería ser así. No se pueden cambiar las leyes de un día para otro sin medir el impacto. Debería tener herramientas para hacer un escalado seguro.

- ¿Qué papel juega la inversión pública en el fomento de la innovación?

-El sector público es determinante en muchos sentidos, no sólo como inversor, también como regulador, como comprador, como educador? Soy un gran defensor del rol público en esto, pero no se puede innovar por decreto. Desde lo público se pueden generar las reglas, las condiciones y las políticas adecuadas, pero no podemos pensar que va a resolver todos nuestros problemas, hay que tener una corresponsabilidad en innovación.

- Cotec presentó este año el primer "Mapa del talento en España. ¿Qué potenciales y debilidades tiene Asturias?

-Asturias sale bien en la foto. En el mapa no se analiza el talento de cada territorio, que eso es muy difícil de medir, sino las posibilidades que tienen los territorios en la competición por la atracción y retención del talento y lo hacemos con una metodología validada internacionalmente que hemos adaptado a la escala de las comunidades autónomas. Aunque en este aspecto España es un país de ciegos, dentro de él Asturias sale bien parada, en la quinta posición, gracias, sobre todo, a su estilo de vida. Se analizaron cuestiones como el gasto en protección social por habitante, la seguridad, la empleabilidad (en la que Asturias no sale muy bien) y nos hace pensar que haciendo las correcciones necesarias puede haber una capacidad verdadera de competir por el talento.

- Pero la percepción que hay en la región es más de fuga de talentos.

-La sensación de pérdida de talento es general, incluso en California, en Silicon Valley. En un mundo líquido, donde nada es permanente y la gente se mueve, es una sensación que tienen todos los territorios.

- Si Asturias tiene potencial para atraer y retener talento, ¿qué hay que hacer para que eso ocurra?

-Un punto de partida importante es desligar las políticas de atracción de talento de las de retorno de emigrantes.

- ¿Por qué?

-Si Asturias quiere competir por el talento tiene que partir de la base que el talento será bueno venga de donde venga y que no es malo que haya asturianos fuera de Asturias. No pasa nada. Esas políticas de retorno son más bien étnicas, por llamarlas de alguna forma. Nadie vive como un drama que un deportista asturiano triunfe en el extranjero. ¿Por qué ha de serlo si el que lo hace es un científico? La clave está en ser capaces de tener cantera y de hacer buenos fichajes.

- Asturias se enfrenta, como todas las regiones, a los retos de la revolución digital, pero además está muy afectada por la transición energética.

-Ahí, Asturias tiene un reto clarísimo, y más los territorios mineros como el mío. Pero todo reto esconde alguna oportunidad. Hay que abrazar el futuro definitivamente. Todo cambio tiene perdedores y habrá que resolver, con las políticas adecuadas, que la transición sea justa e inclusiva. A nivel europeo el carbón no tiene ninguna posibilidad. Podemos estar metiendo la cabeza en el suelo y esperando a que todo sea un mal sueño o empezar a construir un futuro diferente para nuestra tierra. Yo apuesto por lo segundo.

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