El acero que ArcelorMittal ha comenzado a importar desde su planta de Polonia para alimentar el tren de carril de Gijón ha hecho saltar todas las alarmas entre la plantilla asturiana de la multinacional, que traduce este paso como una amenaza más sobre la acería de Veriña. El movimiento dado por la compañía -que lo justifica por un ahorro de los costes- no ha gustado nada a los sindicatos, especialmente porque el plan de ajuste para las plantas de largos aún está por cerrar y temen que la siderúrgica les presente un duro tijeretazo. De hecho, la multinacional ya intentó hace unas semanas meter mano a este taller con la eliminación de 44 puestos de trabajo (de los más de doscientos que tiene), pero se encontró con la frontal oposición de los empleados y decidió dar marcha atrás.

La compañía justifica esta importación de palanquilla (también llamada "blooms") desde Polonia para alimentar el tren de carril porque, dice, le sale más barato fabricarlo en aquellas instalaciones del Este de Europa que en las asturianas debido a los costes de la luz. Así se lo transmitió a los sindicatos en varias reuniones. Lo que evitó aclarar es si esta va a ser una medida temporal o se va a alargar en el tiempo. "Es algo que nos preocupa. Es un problema que puede tener repercusiones aguas abajo y aguas arriba en las factorías asturianas", señaló José Manuel García, responsable de UGT-FICA en ArcelorMittal Gijón. La siderúrgica ha transmitido a los sindicatos que los talleres de largos (formados por el alambrón, el carril y la acería) están perdiendo dinero, unos números rojos que este mes de diciembre se están agravando.

Sobre este asunto, el secretario general de CC OO en ArcelorMittal, José Manuel Castro, expresó su preocupación y aseguró que "cuando se trae material de fuera se están poniendo en peligro las instalaciones de dentro (de Asturias)". En una línea similar, el representante de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), Manuel Ángel Pulgar, señaló que si estas importaciones "son algo puntual no nos preocupan, pero si es algo que perdura en el tiempo sí". ArcelorMittal tiene previsto reunir a los sindicatos en febrero para discutir ese nuevo ajuste sobre los talleres de largos.

Por otro lado, CC OO terminó ayer su ronda de asambleas con sus afiliados en Gijón y Avilés, en las que decidieron cesar los paros que este sindicato estaba llevando a cabo en solitario desde hace dos meses por el bloqueo de la negociación del acuerdo marco, una mesa de negociación en la que se discuten mejoras para las plantas del grupo a nivel nacional. La siderúrgica se comprometió hace unos días a reabrir esas negociaciones. También se comprometió a que si había paz social en las plantas de la región el horno alto B de Gijón -parado desde comienzos de noviembre para cambiar su sistema de refrigeración- volvería a arrancar el 9 de enero. Sin embargo, la multinacional señaló ayer que prefiere esperar a recibir una comunicación formal por parte de CC OO de que las protestas se han suspendido antes de tomar una decisión definitiva sobre el horno alto.

Mientras tanto, ya hay fecha para la reunión de la primera mesa de negociación del acuerdo marco. Será el próximo jueves 12 de diciembre. Se discutirán temas como el plan de igualdad del grupo, la forma en la que llevar a cabo los registros de la jornada laboral, el establecer normas para la desconexión digital y cómo fomentar el teletrabajo.