Los sindicatos italianos han convocado para el próximo 10 de diciembre una manifestación nacional en Roma contra los 4.700 despidos hasta 2023 que, según las informaciones difundidas en el país, quiere hacer el grupo siderúrgico ArcelorMittal en la acería de Ilva, en Tarento (sur del país), la más grande de Europa.

ArcelorMittal llegó en 2018 a un acuerdo con el Gobierno italiano de entonces para gestionar Ilva en régimen de alquiler, con el compromiso de comprar la planta a partir de 2021. La multinacional presentó para ello un plan industrial y de ajustes que ahora quiere renegociar con el actual Ejecutivo, tras haber amagado con dejar la gestión de Ilva. ArcelorMittal llegó a anunciar su salida de Tarento después de que la Administración suprimiera una cláusula que blindaba a ArcelorMittal frente a posibles demandas por daños medioambientales atribuibles al estado en que la anterior propiedad dejó las instalaciones.

Según la prensa italiana, ArcelorMittal presentó, durante un reunión celebrada el pasado miércoles en el Ministerio de Desarrollo Económico, un nuevo plan para Ilva que prevé 4.700 despidos hasta 2023, de los cuales 2.900 serían inmediatos. El citado plan supone también elevar la producción desde los 4,5 millones de toneladas actuales a 6 millones en 2021.

Los sindicatos, presentes en el encuentro, rechazaron los recortes y argumentaron que para ellos siguen siendo válidos los compromisos que ArcelorMittal asumió en 2018 sobre empleo, inversiones y producción. Además de la manifestación de Roma, las centrales de Ilva han convocado huelgas en el complejo siderúrgico.

En Asturias, el sindicato CC OO informó ayer del resultado de las asambleas en la que se aprobó frenar las movilizaciones convocadas por el sindicato tras el compromiso de la empresa de reanudar el diálogo sobre el llamado Acuerdo Marco. Cerca del 95% de los participantes en las asambleas votó a favor de suspender las protestas.