Endesa estudiará la viabilidad de sustituir parte del carbón que quemaba hasta ahora en la central térmica de As Pontes (A Coruña) por lodos u otros combustibles, con el objetivo de evitar su cierre, anunciado, como fecha tope, para el año 2022. Así lo destacó ayer el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al término de la reunión celebrada en Madrid con la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, y la dirección de Endesa

Las instituciones gallegas y la comunidad vecinal de As Pontes intentan presionar a Endesa y al Gobierno para evitar la clausura de la térmica, la mayor del país. La compañía realizó las inversiones ambientales necesarias para mantener la actividad de la central, pero las circunstancias del mercado -las térmicas están casi paradas este año- han empujado a Endesa a decidir el cierre antes de 2022.

Según remarcó Feijóo, la posición de la Xunta es "clara", ya que el Gobierno gallego no se plantea "ninguna otra solución que no sea la reactivación de la central", cuyo funcionamiento estima "necesario para Galicia y para España". El mandatario subrayó que, sin As Pontes, Galicia "sería una comunidad autónoma deficitaria en energía".