Geert Van Poelvoorde, presidente ejecutivo de ArcelorMittal Europa-Productos Planos, señaló que "el compromiso de Europa de ser neutrales en carbono para 2050 debe ser aplaudido", pero advirtió de que "el Pacto Verde solo funcionará si hay una transformación y un apoyo a gran escala para las industrias".

El dirigente de ArcelorMittal, empresa de la que dependen más de 5.000 empleos directos en Asturias, destacó la necesidad de un "marco político adecuado" para que los fabricantes de acero europeos puedan seguir siendo competitivos mientras la industria se mueve hacia la fabricación de acero neutro en carbono. "La propuesta para un ajuste en frontera, que pone un precio al carbono en las importaciones, reconoce que cada país necesita desempeñar su papel en la reducción de las emisiones globales de CO2", señaló Van Poelvoorde, que añadió que "al evitar que la producción de acero se traslade a países donde la legislación sobre emisiones de carbono es menos estricta y, por lo tanto, donde las emisiones son más altas, se detiene la fuga de carbono. Este es exactamente el tipo de acción que se necesita". Además, la multinacional apuntó que los fondos de transición " justa" se podrían invertir en investigación, innovación y tecnología verde.

La patronal siderúrgica europea, Eurofer, también dio ayer "la bienvenida" al Pacto Verde. "Ahora es de suma importancia desarrollar un marco regulatorio que cree mercados para productos neutros en CO2: estos tienen costos de producción significativamente más altos, por ejemplo, debido al uso de hidrógeno en lugar de carbón coquizable en el proceso de fabricación de acero", afirmó Axel Eggert, director general de Eurofer, que señaló que "el ajuste de frontera debe implementarse lo antes posible".