Un conductor que se salió de la calzada y luego dio positivo en las pruebas de alcoholemia decidió recurrir la sentencia que lo condenó a pagar 1.440 euros de multa. Hasta ahí todo normal. Lo llamativo llega en el argumento que este conductor murciano ofreció para atenuar la sentencia: se tomó unos tragos de whisky de una cesta de Navidad para calmar la sed que sufrió tras el percance. La Audiencia Provincial de Murcia no se ha creído esa versión, por lo que acaba de confirmar la sentencia del Juzgado de lo penal número 6 de esta ciudad, que lo condenó como autor de un delito contra la seguridad vial y que, además, acordó la retirada del carné de conducir durante un año y medio. El acusado sostenía que el percance no se debió a que condujese ebrio, pues el whisky lo había ingerido mientras aguardaba el momento de ser asistido porque de pronto tuvo mucha sed.